Avivamiento
“Aparta mis ojos, que no vean la vanidad;
Avívame en tu camino” (Salmo 139:37)
Avívame en tu camino” (Salmo 139:37)
El deseo
del escritor es ser avivado, encendido, prendido, entusiasmado en los caminos
del Señor.
Para que
eso suceda, deben apartarse nuestros ojos de la vanidad.
¿Qué es la
vanidad? Vanidad viene de “Vano”, algo falto de solides, sustancia o realidad.
Es querer vivir de las apariencias.
La vanidad
infla el orgullo y el afán. Crea un sentimiento de superioridad que no existe,
un sentimiento que muchas veces lleva a la prepotencia.
Lo
contrario seria poner los ojos en el camino de Dios, que suele estar
desprovisto de vanidad, suele ser estrecho y de dolor y sufrimiento, pero es un
camino que exalta la humildad y entrena los corazones más soberbios en ella.
“Oh
Jehová, he oído tu palabra, y temí.
Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos,
En medio de los tiempos hazla conocer;
En la ira acuérdate de la misericordia” (Habacuc 3:2)
Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos,
En medio de los tiempos hazla conocer;
En la ira acuérdate de la misericordia” (Habacuc 3:2)
La
oración de Habacuc es por el avivamiento de la obra de Dios. El temió al
escuchar la Palabra de Dios;.. la falta de temor a la Palabra, es lo mismo que
no tener temor de Jehová y es lo que hace que se pierda el calor en los caminos
y en la obra y en el Dios de la obra.
Si
tuviéramos que orar por el avivamiento de la obra ¿Qué pediríamos?
1-
Que haya amor por los caminos del Señor
2-
Que haya rechazo a la vanidad de este mundo
3-
Que haya amor por la Palabra de Dios
4-
Que haya obras dignas de una persona viva en Dios
“Por lo cual te
aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición
de mis manos” (2 Timoteo 1:6)
El gran Apóstol
Pablo no dejaba de alentar a los suyos. Te aliento a avivar ese fuego.
Pastor Marcelo Valdés