Apostasía ¿Qué hacer?
Parábola del trigo y la cizaña (Mateo
13:24-30)
“Les
refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un
hombre que sembró buena semilla en su campo; pero
mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y
se fue. Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la
cizaña. Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor,
¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? El les
dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que
vayamos y la arranquemos? El les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña,
arranquéis también con ella el trigo. Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro
hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged
primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en
mi granero”
Estamos en tiempos de apostasía, donde incrédulos inconversos que están en
las iglesias (la cizaña de los últimos tiempos) comienzan a mostrar, y
contagiar, con sus falsos frutos. La explicación de esta parábola es clara y no
deja duda alguna que la cizaña ¡Convive con el cristiano como si fueran
hermanos! (Mateo 13:36-42)
En Mateo 24: 1-14 hay nueve señales que muestran que el tiempo está
cerca. Y por estar más cerca de su venida, más grande y madura también está la
cizaña.
Las nueve señales: Falsos cristos, guerras y rumores de guerras,
hambres, pestilencias, terremotos, mártires, falsos profetas, INIQUIDAD Y
ENFRIAMIENTO DEL FERVOR DE CRISTO, el Evangelio predicado por todo el mundo. Estas
señales son la antesala del fin del siglo, señales que actualmente vemos y que
han llevado enfriamiento a la iglesia.
El enfriamiento del cristiano, la perdida de entusiasmo por su segunda
venida, sucede por una clara convivencia con la cizaña que pervierte la
iglesia. En estos últimos tiempos la cizaña ya está grande, al igual que el
trigo, pero la primera fortalecida por la mano de quien los plantó (El Diablo)
y los cristianos debilitados por soltarse de la mano de su Salvador,
Jesucristo.
Hoy hay iglesias incluso donde la cizaña gobierna (Los apostatas), sacándola
de las esferas de la bendición. Ya esto era advertido en el último libro, casi
como avisándonos de que debíamos cuidarnos (Apocalipsis 3:1-3)
El mensaje a Sardis:
Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete
espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que
tienes nombre de que vives, y estás muerto. Sé
vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir; porque no he hallado
tus obras perfectas delante de Dios. Acuérdate,
pues, de lo que has recibido y oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no
velas, vendré sobre ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti.
¿Qué hacer ante tanta apostasía?
Algo se
debe hacer ante tanta apostasía y con urgencia:
·
De lo
contrario todo el trigo restante se echará a perder (de la iglesia local en
peligro)
·
Tal como
lo declara 1 Corintios 3:15, seremos salvos así como por fuego, pero no
SALVAREMOS A NADIE MAS.
·
Habrá perdida de recompensas,
coronas, y la vida cristiana carecerá de las bendiciones prometidas por el
Señor de la Palabra.
·
Muchos cristianos sobrevivirán,
pero no VIVIRAN, que es la promesa de Dios en su Palabra (Juan 10:10)
¿Qué hacer?
¡¡¡IDENTIFICAR AL APOSTATA!!!
·
Al identificarlo ponemos en alerta al resto.
·
Al reconocerlo pondremos en duda sus dichos
sediciosos.
·
Al anunciarlo a la iglesia veremos quienes están
del lado de Dios y quién no.
·
Al evidenciarlo podemos hacer que salga huyendo
del redil, con los suyos.
¿Cómo
reconocerlos?
El libro de segunda de Pedro nos da la
clave.
1-
El
Apostata niega a la persona de Cristo y su Deidad (2:1).
Es
un hecho Escritural que Cristo es Dios (Juan 1:1, Tito 2:13, 2 Timoteo 4:1)
La
negación no solo pasa por decir “no creo”, también es decir “si creo” pero sus
actos demuestren todo lo contrario (Deleitándose en la carne).
Lo
niegan con su inconsecuencia.
Lo
niegan con su indiferencia.
Lo
niegan con su ausencia.
No
creer en la Deidad de Cristo presupone un gran problema para los falsos
Maestros: si no es Dios ¿Cómo podrían creer en su promesa de la salvación?...
No podría creer en la morada eterna, sus promesas de bendición, sus milagros,
su control soberano, sus atributos, etc… Bueno, en realidad si son apostatas,
no creen en nada de esto, solo fingen creerlo.
Comportándonos
como “yo quiera” es una forma de negar a Cristo y su Palabra
Comportándonos
como Cristo enseña, es confirmarlo.
2-
El
apostata niega la obra de Cristo, quien nos compró por precio (2:1)
“Porque
habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y
en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” (1 Corintios 6:20)
“sabiendo que
fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de
vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con
la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación” (1 Pedro 1:18-19)
El precio fue su sacrificio. Si así no fuera, yo deberá pagarlo
(Romanos 6:23).
Creer que Cristo no nos rescató es creer que nunca estuvimos en
peligro; sino estuvimos en peligro es porque no hay mal en nosotros por el que
debamos pagar. Eso es lo que cree un apostata: en definitiva no se siente tan
malo como para merecer condenación.
Es increíble ver a muchos “buenos cristianos” que no sienten culpa
de sus pecados. Son como los fariseos que miran la paja ajena y no su propia
viga.
Al ser comparados por precio, rescatados, es porque no había forma
de rescatarnos a nosotros mismos.
3-
El apostata está lejos de la moral de Dios (Apostasía
Moral) (2:2-22)
Esta es una de las evidencias que podrían ser más
palpables, pero si la iglesia ha bajado sus estándares morales ¿Cómo la detectaran
y sanarán?.. Todo el capitulo 2 habla de sus bajezas morales.
4-
El apostata niega la segunda venida de Cristo y
sus juicios (3:4)
Si Cristo no viene por segunda vez ¿De qué sirve
que haya venido la 1° vez?
Sus
promesas finales se cumplen con su segunda venida. Negarla, es negar todas sus
promesas y todas sus profecías.
Debemos estar alertas para detectar la
cizaña, el apostata. Si bien Dios nos dice en su Palabra que el segará en los últimos
tiempos, nuestro deber es identificarlos para poner en sobre aviso a la iglesia
y protegerla de sus artimañas divisoras y decadentes.
Bendiciones
Pastor Marcelo Valdés
(Basado en un estudio de Lewis Sperry
Chafer)