La Modestia y el Pudor
“Sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la
carne” (Romanos 13:14)
Estamos en un mundo morboso. La promiscuidad se ha disparado por la
acción de inescrupulosos que promueven todo tipo de perversiones. Se promueve el
erotismo, la pornografía, la violencia sexual, el homosexualismo y lesbianismo,
los sitios de parejas clandestinas, incluso se violan las leyes promoviendo la
pedofilia. Hay quienes no practican todas estas perversiones, pero las consumen
por internet o compran películas pirateadas. Todo tipo de personas perversa se
han levantado, las que promocionan estas conductas y las que siguen este
perverso patrón aborrecido por Dios.
Quizás nosotros los cristianos digamos: “No tengo nada que ver con todo
eso”;.. Pero a veces inconscientemente nos hacemos parte de esta erotización de
la vida al ataviarnos como el mundo se viste y no como un cristiano debiera
vestirse.
Necesitamos saber lo que la biblia enseña al respecto para dedicarnos de
completo a Dios y no ser una piedra de tropiezo para nosotros mismo y los
demás.
Si consideramos lo que Romanos 13:14 dice, debemos vestir nuestro
corazón y nuestra alma primero, y todo lo que mi cuerpo vista debe reflejar la
investidura de un cristiano “vestido del Señor Jesucristo”. El vestir de la
manera equivocada puede proveer para los deseos de la carne, tal cual nos avisa
en el versículo.
1-
Mi
preocupación primaria debe ser agradar a Cristo y no a una persona vía un
closet erótico.
2-
Debo tener una
relación con mi Salvador antes de considerar una relación con otra persona. Eso
le dará más crédito a las intenciones que se tengan con una posible pareja.
·
Si es soltero,
sus intenciones no intimidarán a su pareja (o sus padres)
·
Si es casado,
su forma ordenada de vestir no preocupara a su esposa/so y menos a la persona
con la que deba interactuar si es del sexo opuesto.
3-
Cualquier cosa
que provea para algún deseo carnal, lo debo evitar a toda costa, o reservar exclusivamente
para mi relación marital.
Para muchos hoy en día esto se convierte en una exageración. Muchos
creen que hay libertad en Cristo, por tanto también hay libertad en el vestir.
Note que no estoy hablando de ternos en varones y faldas en mujeres como una
exclusividad (ni la Biblia habla de eso) SINO DE LA ADECUADA MANERA DE VESTIR
SIN TRASGREDIR NINGÚN PRINCIPIO BIBLICO, así que si la Biblia parece exagerada,
¿Debo disminuir su autoridad haciendo lo opuesto? ¿Sería eso “vestirse del Señor
Jesucristo”? ¿Llamaríamos a Dios
“exagerado”?
Una norma explicita está en 1
Timoteo 2:9
Pudor significa: Modestia, recato, humildad; un sentimiento de vergüenza
hacia lo exagerado, ostentoso y provocativo.
En contraste con la vestimenta provocativa la Biblia dice en 1 Pedro
3:2-5
2 considerando vuestra conducta
casta y respetuosa.
3 Vuestro atavío no sea el
externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos,
4 sino el interno, el del
corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de
grande estima delante de Dios.
5 Porque así también se ataviaban
en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a
sus maridos;
Nuevamente Dios está pidiendo el corazón, y la
ropa irá de acuerdo a ese corazón.
Está porción va más dedicada a la mujer, porqué la belleza (y por ende
la atracción y erotismo) son propios del sexo femenino. Aunque el hombre
también provoca con cierta vestimenta, no es su constante y las mujeres no se
dejan provocar solo con la mirada, como los hombres.
·
Una persona
que se viste con decencia está evitando toda indecencia
·
Una sana
persona cristiana no quiere inducir su vida ni a otra persona a acciones
vergonzosas y deshonestas (Romanos 12:9)
·
Una persona
que ama a Dios quiere y desea abstenerse del mal que pueda hacerse a sí mismo o
a otros (1 tesalonicenses 5:22)
·
Una persona
cristiana evita que otras hablen, piensen o hablen de cosas indecorosas
(Efesios 5:3)
·
Si vestíamos
indecorosamente, ahora nos vestimos de las virtudes de Cristo (Efesios 4:24)
En estos días de tendencias
y modas mundanas, es nuestra responsabilidad (tanto de hombres como de mujeres) como hijos de
Dios obedientes, rechazar todo lo que pudiera estorbar nuestro principal
propósito que es glorificar a nuestro maravilloso Salvador.
Consideremos algunos
textos bíblicos para ampliar lo que venimos diciendo:
“Con Cristo estoy juntamente
crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe
del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2.20).
“Yo pues, preso en el Señor,
os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados [andar de acuerdo
con nuestro llamamiento alto, celestial y santo]” (Efesios 4:1).
“Sea la luz (hermosura) de
Jehová nuestro Dios sobre nosotros.” (Salmo
90:17)
“Conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda
confianza, como siempre, ahora también será magnificado
Cristo en mi cuerpo, o por vida o por
muerte. Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia” (Filipenses 1:20-21).
Por
último leamos levítico 18: 7-17
La desnudez de tu padre, o la desnudez de
tu madre, no descubrirás; tu madre es, no descubrirás su desnudez.
8 La desnudez de la mujer de tu
padre no descubrirás; es la desnudez de tu padre.
9 La desnudez de tu hermana, hija
de tu padre o hija de tu madre, nacida en casa o nacida fuera, su desnudez no
descubrirás.
10 La desnudez de la hija de tu
hijo, o de la hija de tu hija, su desnudez no descubrirás, porque es la desnudez
tuya.
11 La desnudez de la hija de la
mujer de tu padre, engendrada de tu padre, tu hermana es; su desnudez no
descubrirás.
12 La desnudez de la hermana de tu
padre no descubrirás; es parienta de tu padre.
13 La desnudez de la hermana de tu
madre no descubrirás, porque parienta de tu madre es.
14 La desnudez del hermano de tu
padre no descubrirás; no llegarás a su mujer; es mujer del hermano de tu padre.
15 La desnudez de tu nuera no
descubrirás; mujer es de tu hijo, no descubrirás su desnudez.
16 La desnudez de la mujer de tu
hermano no descubrirás; es la desnudez de tu hermano.
17 La desnudez de la mujer y de su
hija no descubrirás; no tomarás la hija de su hijo, ni la hija de su hija, para
descubrir su desnudez; son parientas, es maldad.
Bendiciones
Pastor Marcelo Valdés
(Basado del estudio "Modestia" de Middletown Bible Church)