sábado, 14 de marzo de 2015

La Generosidad

La Generosidad
Lucas 21:1-4

“Quien recibe agradecido, da copiosas cosechas”
Dicho popular

“Gana todo lo que puedas, ahorra todo lo que puedas, da todo lo que puedas”
John Wesley

¿Estamos en un mundo generoso? ¿Lo somos nosotros, la iglesia? ¿Por qué debemos serlo? ¿Es una opción o una obligación? ¿La generosidad está supeditada solo a dar al más pobre en lo material? Son preguntas que se responderán en este estudio.

I. ¿Estamos en un mundo generoso? Obviamente no. Si así fuera, no habría tanta desigualdad. 2 Timoteo 3:1-2 nos responde.
El actual estado del mundo, con sus guerras, su violencia, su frialdad es en parte por “hombres amadores de sí mismos” y su “avaricia”. Hoy estamos en los postreros tiempos. La generosidad de algunas instituciones humanitarias, ONG, iglesias, particulares ricos, artistas, no alcanzan para las necesidades de millones en el mundo que sufren por la desigualdad. Quizás venga bien este dicho para ellos: “La desigualdad quizás siempre exista; pero no es excusa para no mitigarla por medio de la generosidad”… aunque loable,  sigue siendo insuficiente, porque estamos en un mundo de ricos y poderosos que quieren ser más poderoso y ricos, por la avaricia de sus corazones. A ellos también tiene palabras nuestro Señor (Santiago 5:1-5)

II. ¿Somos nosotros, la iglesia,  generosos?
Lamentablemente las iglesias han entrado en una dinámica similar al mundo. Mientras hay algunas denominaciones (a las que no me atrevería a llamar “iglesias”) que están lucrando con la fe, hay otras que se están olvidando incluso de sus propios “santos”. Cada vez hay menos misioneros, menos pastores y más iglesias que se cierran por falta de sostenimiento. Ya está escaseando la fe, por ende también la generosidad. “Retener para tener” parece ser un dicho que es más fuerte que el principio bíblico “…de gracia recibisteis, dad de gracia” (Mateo 10:8)

¿Porque se ha debilitado la generosidad de la iglesia?
a-     Porque se ha olvidado el principio mayor de la mayordomía (Lucas 21:1-4) ¡Todo es del Señor! (1 Corintios 6:19-20) (1 Crónicas 29:14)
b-    Se han olvidado que Dios sostiene a los suyos (Mateo 6:33)
c-     han formulado mal la pregunta crucial: “De todo lo que es mío ¿Cuánto debo dar?” sino más bien “De todo lo que es tuyo ¿Con cuánto me debo quedar?”


III. ¿Por qué debemos ser generosos? ¿Es una opción o una obligación?
Simplemente es un mandamiento. Muchos se resisten y alegan que debe ser voluntario. Si con eso entendemos a que “de mi voluntad” debe nacer el dar y el cuanto dar, y que nadie nos puede obligar, entonces también podríamos decir que de tu voluntad debe nacer el mentir o no mentir, el robar o no robar, el matar o no matar, todos mandamientos de Dios… ¡Dios nos obliga! Tu veras si cumples o no, pero no puedes negar que el dar es un mandamiento.
Veamos que dice la Biblia:
a-     “No hurtaras” (Éxodo 20:15) El hurto o el robo nace del pecado de la ambición y la codicia, algo que finalmente condena en el décimo mandamiento (17).
b-    1 Corintios 9:6-11 nos responde porque debemos serlo.
c-     Proverbios 3:9 es más claro.

IV. ¿La generosidad está supeditada solo a dar al  pobre en lo material?
La generosidad material debe servir para proclamar el evangelio a los necesitados materialmente y espiritualmente (Efesios 2:1). ¡El mundo está muerto espiritualmente!
¡Saciar el hambre físico, y caer al infierno, no es comparable con la saciedad espiritual y eterna!
Dar de comer al pobre es bueno, pero darle las buenas nuevas de Salvación es infinitamente mayor; entonces ¿Dónde crees que es mejor invertir?
Con tu dar existe tu iglesia, se sostienen misioneros, se compra literatura bíblica, se sostiene al Pastor, se reparan misiones o templos o se construyen más, etc. Así avanza el reino de Dios y se cumple la gran comisión. Cuando no das, se restringe el avance y el mandato divino de predicar a “toda criatura” (Mateo 28:19)
Entonces ¿Cuánto debo dar?...

El principio del Diezmo (1 Corintios 16:1-2)

Muchos alegan que el diezmo no es bíblico, que es parte de la ley y que Cristo la abrogó en la cruz del calvario. No estoy muy de acuerdo.
Así como el dar o el ser generosos es un mandato del Señor, y es un fruto propio del verdadero cristiano, entonces es válida la pregunta: ¿Cuánto debo dar?

a-     El principio del diezmo nace antes de la ley de Moisés, con Abraham, quien, por la gracia que Dios concediera la libertad de su sobrino Lot, dio los diezmos a Melquisedec, sacerdote del Dios altísimo, una Cristofanía. (Génesis 14:17-24)(Hebreos 7: 1-9).
b-    La “ofrenda para los santos” se refiere a aquellos hermanos que, por causa de la persecución en Jerusalén, estaban en tribulación y necesidad. Muchos habían perdido sus casas, huyendo a otros lugares y necesitaban sustento y abrigo. En la sabia soberanía de Dios, a través de eso fue proclamado el evangelio en el resto del mundo conocido.
c-     En el segundo versículo claramente dice “según haya prosperado”. Habla de proporción, de un tanto ¿Cuál sería? ¿Cómo saberlo?.. la biblia, en el Antiguo y Nuevo Testamento siempre habla de un principio proporcional: el diezmo. Se diezmaba la tierra guardando la semilla; se diezmaba como agradecimiento; se diezmaba como tributo y como parte del sostenimiento levita (Deuteronomio 14:22-29).
d-    Si bien Pablo no utiliza el término diezmo, sí utiliza los principios por los cuales fue instituido:
a-     Para sostenimiento de los que proclaman el evangelio (1 Corintios 9:13-14, comentar ver. 7) (Gálatas 6:6)(1 Timoteo 5:17-18)
b-    Para ayuda a los hermanos en necesidad (2 Corintios 8:7, 24; 9:12-14)(Gálatas 6:10)

La mantención de la obra, el sostenimiento pastoral y la ayuda a los hermanos en necesidad ha sido ordenada y establecida por Dios. No es un invento, ni de la iglesia, ni de nadie. Si quieres comenzar a dar y ser generoso, comienza en tu iglesia para extender el reino de Dios, con el porcentaje como principio señalado por Dios, para el cumplimiento de los propósitos de Dios.


Bendiciones.

Pastor Marcelo Valdés