domingo, 19 de diciembre de 2010

La Consagración Espiritual 1 (Programa Radial)

El Noviazgo y Dios, Armano alducin (Parte 2)



Segunda parte de este excelente tema que todo joven debiera escuchar; descargarlo aquí.

El Noviazgo y Dios, Armando Alducin (Parte 1)



Predicación del Pastor Armando Alducin sobre el noviazgo, para descargar por Mediafire.

jueves, 18 de noviembre de 2010

¿Miserable de mí?


! Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? (Romanos 7:24)

¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? ¡CRISTO!.. Y solo Cristo. Si el mismo apóstol Pablo luchaba contra el pecado constantemente ¿Qué queda para nosotros? Nuestra naturaleza es pecaminosa, se inclina al mal y por ende se aleja de Dios. El mismo Pablo nos da la solución a tan tremenda lucha que tenemos los cristianos: “Gracias doy a Dios, por Jesucristo nuestro Señor” (7:25) ¡Aleluya! Pablo manifiesta que su lucha contra sus propios males las gana con Cristo, “permaneciendo en Cristo” (Juan 15:4). Ya que la paga del pecado es muerte, la vida eterna está en Cristo Jesús (Romanos 6:23), o sea somos libres “permaneciendo en Cristo”.
Querido hermano ¿Has pecado? Yo creo que todos hemos pecado ¿Qué hacemos entonces? ¿Sentirnos mal a cada momento y creer que nada podemos hacer para cambiar definitivamente nuestras vidas? ¿Seguiremos alejándonos más del Señor por causa de una recaída? Ahí es donde Satanás entra en juego y te hace sentir miserable a tal grado y te dice que no sirves para ser cristiano. Pero recuerda algo, que “mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, CRISTO MURIÓ POR NOSOTROS” (Romanos 5:8)
Hay días que me siento miserable y mi corazón lejos de Dios, y debo confesar que son por causa del pecado que mora en mi; no todas las luchas las he ganado, hay batallas perdidas y mi corazón se inunda de un sentimiento que dice “¿Eres realmente cristiano? Creo que no”… pero estoy seguro que la intervención del Espíritu Santo, quien nos recuerda todas las cosas, me lleva al pasaje que dice “mayor que nuestro corazón es Dios y él sabe todas las cosas” (1 Juan 3:20) y me recuerda que Dios ya me perdonó. Estoy seguro que no soy un gran hijo, pero también sé que Dios si es un gran Padre, y él no me abandonará. Es así que con mis imperfecciones me tomo de Dios y permanezco en él… porque lejos de él, nada podemos hacer.
Hay quienes quieren venir a Cristo cuando hayan dejado sus males; yo les digo a ellos: ven a Cristo ahora ¡EL TE QUITARÁ TUS MALES! Otros dicen que no van a Cristo y su iglesia porque ven hermanos que tarde o temprano caen, y eso es hipocresía; yo les digo, ven a Cristo a luchar contra el pecado; puede que pierdas alguna batalla, ¡PERO DE SEGURO GANARAS LA GUERRA!
Mientras esté en esta tierra no dejaré de luchar contra el pecado que mora en mí, y contra Satanás que tienta nuestro pecado, pero mientras esté en esta tierra espero permanecer en Cristo siempre, porque él derrotó al pecado y también a Satanás, el rey del pecado. Y tú ¿Seguirás esperando ser bueno para venir a él? Eso es lo que Satanás quiere que creas; CRISTO SOLO DICE ¡VEN!
Bendiciones.

Pastor Marcelo Valdés

lunes, 25 de octubre de 2010

Otra de Halloween (Un desafío para verdaderos cristianos)


Queridos Hermanos:

El día de Halloween es una celebración que ya se ha instalado en Chile; y estoy seguro, por lo que declara la Palabra de Dios (Deuteronomio 18:9-12), que no es agradable a sus ojos. Pero ¿Qué tanto esfuerzo hemos hecho nosotros, el pueblo cristiano, por evitar esta nueva costumbre? Tal vez no mucho. Y es porque hemos sido engañados con el disfraz más recurrente de Halloween: su antifaz de inocencia y su traje de diversión infantil. Lo hemos mirado con simpatía, curiosidad, como anecdótico e inofensivo, y hemos dejado que su influencia inunde nuestra sociedad con un sosiego espantoso de algo espeluznante.
Ya tiempo que podemos observar la pasividad del pueblo de Dios en muchos asuntos, descuidando esa “salvación tan grande” (Hebreos 2:3), haciendo de la iglesia santa del Dios vivo, meros centros de diversión espiritual. Pero cada iglesia con lo suyo. Lo más triste es que como cristianos hemos cedido terreno aún en lo espiritual, dejando que espíritus engañadores tomen la vanguardia; ¿Cómo lo han hecho? Amparándose en una tolerancia engañosa que parece que funciona sólo para el mundo y no para Dios; enarbolando el estandarte de “tolerantes”, es que se nos pide a nosotros los cristianos que respetemos las creencias ajenas, pues dicen: nadie es dueño de la verdad ¿Y que creemos nosotros? ¡Que Dios es dueño de la verdad y él es quien nos dice no hagamos esto o aquello! ESA ES NUESTRA VERDAD QUE HA SIDO PASADA A LLEVAR, y que nosotros hemos dejado hacerlo.
Estamos en una lucha espiritual “contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo” (Efesios 6:12), pero ya muchos no luchan, creyendo en esa paz engañosa que ofrecen las huestes espirituales de maldad, creyendo en la inocente celebración de inocentes que exaltan algo que sabemos, no es inofensivo. Hemos sido ingenuos y cándidos al dejar, en aras de la tolerancia, que respetemos lo diabólico pero ¿somos respetados nosotros?
He aquí una idea para que se nos respete en esta celebración ajena al pueblo consagrado a Dios: Pon en tu ventana, en tu puerta, en el lugar más visible de tu morada, ese hogar que ha sido bendecido por Dios, un cartel grande y que contenga esta simple frase “AQUÍ NO CELEBRAMOS HALLOWEEN”. Simples palabras que declaran lo que creemos de esta celebración y, amparados en la tolerancia que tanto utilizan otros, nos toleren este atrevimiento que está plenamente respaldado por Dios. Quizás así, y apelando a la conciencia de quienes lo celebran, nuestra puerta no sea tocada ni para “trato o treta”, porque no es un juego al que queremos jugar.
Un grupo de Pastores y sus iglesias ya están en acción, ayunando y orando, para contrarrestar la acción de Satanás, en esta visión tan propia del pueblo de Dios, durante todo este mes, al cual me sumo plenamente. Esta acción será coronada en una celebración de media vigilia de intercesión espiritual, donde aun nuestras autoridades serán invitadas, este 30 de Octubre a las 19:30, en el gimnasio Municipal. No solo alzaremos nuestras suplicas en contra de esta acción de las tinieblas, sino que serán nuestros ruegos también por la falta de fuentes laborales que nos afecta a todos, una señal quizás, de nuestro decaimiento espiritual. Pero esta acción concreta, y de eso estoy más que seguro, saldrán cosas positivas para nuestro amado pueblo y en especial al pueblo de Dios.

Bendiciones.

Pastor Marcelo Valdés

viernes, 15 de octubre de 2010

lunes, 23 de agosto de 2010

El que habita al abrigo de Dios

Tiempo de Paz

Perdonando por lo que hacen o dicen


“Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34)

Si hiciéramos una encuesta sobre los que creen en Dios y los que no creen, tendríamos dos grupos. Si hiciéramos un debate, los que creen en Dios darían sus argumentos y viceversa, cada uno defendiendo su punto con total convicción. Y estoy seguro que el grupo de creyentes seria mayor que los no creyentes pues esa es la impresión que tengo de nuestro querido Loncoche, que son más los que creen en Dios que los que no creen y las diversas iglesias de denominaciones distintas lo comprueban. Por eso para algunos es paradójico que se diga que Loncoche es “comuna bendecida por Dios” si ahora, según una encuesta seria, somos la más pobre de Chile, que habiendo tantos que creemos en un ser superior, ¿cómo pues no estamos siendo bendecidos? Eso pareciera darle la razón a los que no creen. La respuesta está en CUAL ES EL DIOS EN EL QUE CREEMOS.
El grupo de los que creemos en Dios se dividiría a la hora de preguntarnos ¿Cómo es nuestro Dios? Para algunos es el “tata Dios”, viejito y de canas, para otros solo una esencia que habita en todas las personas y las cosas, para otros una energía que no necesariamente sea una persona, para otros un ser de puro amor que no levantaría un dedo para castigar a nadie, y otros un ser castigador que no le aguanta nada a nadie; aquí el grupo de creyentes se dividiría en varias facciones, porque los conceptos de Dios serian distintos ¿Y por qué tan distintos? Porque simplemente la gente desconoce la autoridad final respecto de la persona de Dios y desconocerla es ESTAR LEJOS DE ÉL Y DE LO QUE ESPERA DE NOSOTROS. Ante tantas ideas preconcebidas de Dios ¿Cómo saber la verdad? ¿Quién está en lo cierto? ¿Quién tiene la razón? Mi respuesta es simple: LA PALABRA DE DIOS. Porque en ella se revela a los hombres de hoy y de todo el mundo y es ella la ultima autoridad de lo que él es, su esencia, sus deseos, sus planes y como acceder a él ¿Por qué solo un libro puede revelarle? En realidad la majestuosidad de Dios se revela en toda la creación, se manifiesta en las vidas transformadas de los que le buscan, en los milagros obrados a favor de los suyos, en el sustento diario que reparte, sea en escases y abundancia, pero es la Palabra de Dios, la biblia, la que nos lo da a conocer como el “yo soy”, el dador de vida eterna, repartidor de bendiciones y de protección; a través de ella sabemos lo que nos pide, que es lo que quiere, como lo quiere y lo que espera de sus seres creados. Pero he ahí la cuestión, muchos creen, pero creen a su manera, Y NO A LA MANERA DE DIOS, la objetiva, la bíblica. Y no hablo de religiones e iglesias, hablo de los que hablan de Dios y esperan de él pero saben muy poco de su palabra. Para el pueblo de Dios, existe una máxima irrefutable e indesmentible, que fue revitalizada por Lutero y los luchadores protestantes: “Solo la Escritura y nada más que la Escritura” han de ser la regla de fe, pues Dios habló a los santos hombres inspirándolos por medio del Espíritu Santo (2Pedro 1:21) para que nosotros conociéramos de él.
Muchos que creen en Dios no saben lo que hacen, pues hacen lo que a él le desagrada; muchos de los que creen en Dios no saben lo que dicen, pues hablan desconociendo lo que él ya habló. Muchos de los que creen no entienden por qué tanta miseria en sus vidas (me refiero a vida espiritual), y no se dan cuenta que han optado por tener vidas miserables ¿y que es una vida miserable? Creer que se tiene a Dios cerca y estar lejos de él ¿Qué más miserable que eso? Para los que intentamos estar cerca de él “en espíritu y en verdad” (Juan 4:24) vivimos las mismas precarias condiciones de el resto de nuestros vecinos en la comuna más pobre de Chile, pero al lado del único que nos puede dar más de lo que el hombre nos da, y eso me hace sentirme verdaderamente bendecido. Y cuando escucho hablar de él sin conocimiento no me queda más que decir “Señor, perdónalos porque no saben lo que dicen”. Mientras existe el perdón hay tiempo de estar a cuentas con Dios y vivir bajo su protección. ¡GRACIAS SEÑOR POR PERDONARME CUANDO TE BUSQUÉ! Te animo a hacer lo mismo. Bendiciones.

martes, 10 de agosto de 2010

Mas allá del compromiso


Mirando al cielo 79

Más allá del Compromiso

“Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho” (Juan 15:7)

Para gozar de esta bendita promesa debemos ir más allá del compromiso. Sabemos que el compromiso es bueno pues la persona que se compromete con Cristo tiene el deseo de obedecer a Dios y su Palabra. Sin embargo esto tiene un pero en el plano espiritual, y es ese “pero” lo que diferencia a una gran iglesia viva de una iglesia mediocre. Porque en realidad Dios quiere más que nuestro compromiso, quiere más que nuestro control, quiere todo de nosotros. ¿Eso quiere decir que comprometerse no es bueno? En el plano espiritual NO ES SUFICIENTE; porque lo que realmente Dios quiere de nosotros es que nos RINDAMOS a él, que es mucho más que comprometerse; veamos por qué.
El compromiso es la obligación contraída por medio de acuerdo, promesa o contrato. El RENDIRSE es entregarse y someterse al enemigo o al dominio de otro. El compromiso tiene que ver con lo que yo quiera comprometerme, con lo que sienta que puedo hacer. Con el compromiso YO TENGO EL CONTROL DE MI VIDA. El compromiso es de mutuo consentimiento, o sea tiene que ver con lo que yo puedo hacer, con lo que puedo lograr. El rendirse es entregarse completamente al dominio del otro PARA QUE ÉL TENGA CONTROL TOTAL DE UNO. Los que se rinden es porque son vencidos, porque no tienen más argumentos para seguir luchando y porque consideran el carácter más fuerte del oponente. ¿Va notando la diferencia? Comprometerse es bueno en cuanto a las cosas humanas y son los compromisos los que sellan acuerdos, contratos y promesas; es algo de mutuo acuerdo. Pero para recibir las bendiciones de Dios, ¡hay que rendirse a él! Solamente rendidos a Cristo, recibiremos sus promesas.
Muchos solo se comprometen en sus propias fuerzas, lo hacen cuando pueden, quieren y tienen tiempo; generalmente no se comprometen en lo que creen que no podrán lograr; eso hace una iglesia mediocre. En cambio en una iglesia viva están los que se rinden a Dios porque ellos no lo cuestionan, no le dan ideas y no luchan contra él; hacen de todo porque su Señor se los pide y ellos están rendidos a él. Los compromisos se olvidan, se quiebran o simplemente no se cumplen, en cambio los rendidos están obligados a hacer la voluntad de su Señor pues él se las recuerda siempre.
“si permanecemos” rendidos a Cristo y su palabra (lea nuevamente el versículo), Dios nos concederá nuestras peticiones más sublimes y espirituales y nos dará todo lo necesario. Un buen padre como Dios no desestima la petición de un hijo obediente. Simplemente responde ante las demandas necesarias de los rendidos a él. Tal vez nos hallamos preguntado alguna vez porque no son respondidas nuestra peticiones si somos seres comprometidos con la causa del Señor. Ahora tenemos la respuesta; no nos queda más que RENDIRNOS A DIOS. Bendiciones.

Pastor Marcelo Valdés

miércoles, 4 de agosto de 2010

Esperando cerca de Dios


Mirando al cielo 76

“Entonces Jehová dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, y la ley, y mandamientos que he escrito para enseñarles” (Éxodo 24:12)

Dios nos dio sus mandamiento escritos por su misma mano (Éxodo 31:18). Él siempre ha querido estar cerca de nosotros, siempre nos ha querido aconsejar y hablar. Ese no fue su primer acercamiento al hombre, pero si fue su primera exposición literaria para plasmar su voluntad y la conozcamos todos. Fue a Moisés a quien inspiró, a través del Espíritu Santo, para que luego escribiera el “Pentateuco”, los primeros cinco libros de la Biblia. Nos relata los comienzos (Génesis), el Éxodo, su estadía en el desierto por más de cuarenta años y las leyes dadas para el pueblo Hebreo (Levítico, Números, Deuteronomio). La “perfecta ley” nos fue dada para que supiéramos que tenemos un “perfecto Dios”, que aborrece el pecado y las transgresiones. Es por eso que nadie la podía cumplir, porque es perfecta y nosotros no. Entonces ¿Para que la dio? Para que entendiéramos la tremenda necesidad de su misericordia, que solo a través de su gracia podemos acceder a él y que ninguna obra, por muy buena que fuera, nos podía reconciliar con él y su perfección santa. Por eso le dice a Moisés “espera”, y nos dice también a nosotros “espera”… pero ese esperar debe ser en Cristo, en el Creador, en el sublime y perfecto, en su palabra y no en la nuestra. Se debe esperar donde Dios dice, como él dice y sin juzgar el “porque lo dice”. El es Dios y puede perfectamente decirnos “espera allá” y allá debemos estar, no acá o ahí, sino allá, donde él nos pide. Muchos quieren acercarse a Dios después que el nos conceda un favor, pero mientras tanto “esperan” donde Dios no quiere; otros quieren estar con Dios pero no con su perfecta ley, admitiendo de antemano que no podremos cumplirla, abandonándose más aún al pecado, al error, a la falta y a la imperfección; ellos toman como lema aquel versículo que dice “Como está escrito: no hay justo ni aún uno” (Romanos 3:10), olvidando que Dios, en sus hijos, “produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” (Filipenses 2:13) y que sin él, o separados de él, “Nada podemos hacer” (Juan 15:5). Por eso te invito querido amigo, vecino y hermano, a que esperemos en Dios en donde él nos pide: En su palabra, en su iglesia, en sus caminos, en su voluntad; y te aseguro que estarás y te sentirás mas cerca que nunca del bendito de los cielos, como si estuviésemos en el mismo Sinaí, recibiendo su consejo directamente. Bendiciones.

Pastor Marcelo Valdés

jueves, 29 de julio de 2010

De apostatas y apostasía


Mirando al cielo 77

“Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición” (2 Tesalonicenses 2:3)

La Apostasía será una clara señal del fin de los tiempos, antes que Cristo venga por su iglesia a impartir juicio y orden. Apostatar es abandonar la fe, negarla, dar media vuelta y seguir un camino diametralmente opuesto al trazado por Cristo. Y muchos apostataran de la fe. No solo habrá quienes abandonen la iglesia, también iglesias enteras abandonaran al Señor y la sana doctrina. Entonces no nos debiera sorprender que haya iglesias que ya no practican la sana doctrina y son más un reflejo del mundo, con practicas mundanas, que del amor y las doctrinas de Dios; no nos debiera sorprender tampoco que “hermanos” que un día estuvieron en nuestras filas contendiendo por la fe, después sean casi enemigos, verdaderos disidentes del evangelio. No es más que otra señal de la cercana venida de Cristo. El ya lo había advertido, por lo que no debiéramos desanimarnos, al contrario, mayor gozo tenemos al saber que nuestro Salvador está cerca.
En la historia siempre han existido los que han apostatado de la verdadera fe; muchas veces el pueblo de Israel apostató de Jehová yendo tras dioses ajenos. Cristo tuvo multitudes siguiéndole y después condenándole. Pero en los días previos a su segunda venida, la apostasía será de carácter universal, y muchos que siguieron al Señor, serán enemigos de él. El claro aumento de las sectas, de nuevas religiones, de nuevos pensamientos ajenos a la sana doctrina, de nuevas “biblias”, de nuevos cultos renovados, del aumento del ecumenismo, de nuevas filosofías, será un ofertón que a muchos seducirá y cambiaran lo verdadero por lo entretenido y novedoso; la apostasía está para conformar un nuevo orden religioso mundial, ese que apoyará el accionar del Anticristo… y muchos apostatas serán parte de eso.
La apostasía es abandono de la fe verdadera, de la iglesia verdadera, de la doctrina verdadera. Y eso afectará a la iglesia de Dios, pues muchos de los que abandonan dejan el cuerpo de Cristo, a los hermanos que le aman, a quienes oraron, se preocuparon, se esforzaron por mostrarle un camino más excelente. Debilita el testimonio de esta y es difícil recuperarse.
Pero por muy triste que sea ¿Cómo nos sentiremos al saber que somos fieles escogidos de Dios? Porque el Señor dice “Muchos son llamados y pocos escogidos” (Mateo 22:14). El saberse fieles a las doctrinas de Cristo, el saber que pertenecemos al exclusivo grupo llamado “hijos de Dios”, nos alienta a seguir, nos anima a perseverar, puesto que sabemos que nos espera algo mejor. Es triste ver como muchos abandonan al Señor, pero por otra parte, es bueno Saber que tú sigues como fiel soldado de Jesucristo. Ya lo decía el poeta “Los que luchan toda la vida, eso son los imprescindibles” (Bertolt Brecht), y aunque lo haya dicho por razones distintas, se ajusta perfectamente a aquellos luchadores que contienden “ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los Santos” (Judas 3). No te desalientes si vez a muchos abandonar, si vez la maldad avanzar, pues estaba escrito y la verdad del Señor prevalecerá de todas maneras y tu serás parte de esa victoria simplemente por fiel. Sigue adelante con el Señor. Bendiciones.

Pastor Marcelo Valdés

viernes, 9 de julio de 2010

Con un Poco de Cariño


Mirando al cielo 75

“Pero cuando Timoteo volvió de vosotros a nosotros, y nos dio buenas noticias de vuestra fe y amor, y que siempre nos recordáis con cariño, deseando vernos, como también nosotros a vosotros, por ello, hermanos, en medio de toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados de vosotros por medio de vuestra fe” (1 Tesalonicenses 3:6-7)

El cariño se palpa, se siente, se intuye, se ve o se percibe. Cuando hay cariño por alguien, eso se logra distinguir. Porque el cariño fluye hacia la persona amada, apreciada, admirada. No siempre va acompañada de palabras de afirmación, a veces se adorna el cariño con hechos, con atenciones; está acompañada de una sonrisa, de un gesto agradable, de un alegrarse al verse, tal vez abrazarse, o en la simple calidez del un saludo o apretón de manos. Aun si estamos lejos podemos sentir ese amor a través de una carta, de una llamada, de un mensaje, un envío, una postal. Porque el que quiere siempre se da a conocer, y siempre quiere reconocer.
Cuando uno se siente querido hay consuelo, hay alegría, hay motivos para seguir adelante. Por eso entiendo a los apóstoles el haber seguido, hasta las últimas consecuencias, predicando el evangelio a toda criatura, aun en tiempos de persecución (recordemos que todos sufrieron la muerte o el destierro por causa de Cristo). No los detuvo el acoso, las privaciones, el miedo; nada detiene cuando hay cariño y amor, nada nos frena si sentimos el gozo de ser queridos. Se hace lo que se tiene que hacer sin vacilaciones. Los apóstoles tuvieron un mundo en contra, pero unos fieles le recordaban la verdadera motivación para seguir luchando: el cariño de ellos y por ellos.
Es increíble ver lo que hace un poco de cariño. En un mundo lleno de odio, el cariño de unos pocos fue decisivo a la hora de evangelizar a las almas perdidas, porque ilumina, inspira, sugestiona. Y no olvidemos el cariño que Dios tiene por este mundo, uno que por muchos no es correspondido; pero eso no lo detuvo a la hora de enviar a su hijo a morir por la humanidad. Y su hijo no se detuvo para cumplir su cometido, aun cuando sabia que sería azotado, golpeado, insultado, escupido, crucificado. Mostró su amor para con nosotros y “que siendo aun pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8)
Cuando los fieles comprenden las nobles intenciones de los evangelizadores, que es llevar a la gente al conocimiento del amor de Dios, lo demuestran con cariño. ¿Se lo demostramos a los nuestros? ¿Lo sabe tu Pastor, tu líder, tu maestro, tu hermano en Cristo? Tal vez un poco de tu cariño hacia tus líderes, hacia tu hermano, ayude a marcar la diferencia. Un poquito más de cariño y tendremos Loncoche más bello.
Bendiciones

Pastor Marcelo Valdés

martes, 6 de julio de 2010

Me inspira lo inusual (Poema)


Me inspira lo inusual

Me inspira lo inusual;
Mientras a otros lo inspira el sol
A mí lo inmaterial

Esa alma llena de bien,
Reflejada en el honor
O la emoción reflejada en tu color

Me inspira lo que viene
Después de lo que fue
Me inspira lo etéreo
Y el perfume del valor

La fragancia de la dicha
Y el bálsamo de la consolación
Me inspira lo que miras
¡Jamás tus ojos de color!

Me inspiras como clamas
Clamando por amor
Amor, amor, ¡que inspiración!

Me inspira el que está a la diestra
Y aborrezco la siniestra
El anatema terrenal
Que mató lo inusual

Marcelo Valdés

Maldito Arrebol (Poema)











Maldito Arrebol

Busque un amor y me encontré con el arrebol
Ese atardecer que nubla mi ser,
Cuando busqué mi amor

¿Y qué hay de malo con el arrebol?
Que anuncia el ocaso, la caída esplendorosa del sol
Para muchos poético, para otro inspirador
Y a mí me parte de dolor

¡Apuraste tus pasos, maldito arrebol!
¿O yo me rezague?
Difícil saberlo si no hay quien me lo diga

¡Pero de todas maneras aborrezco el arrebol!
Para unos cuna de algodón, para otros, patria de serafines
Para mí, la triste verdad de no tener un amor

De Valdés

viernes, 25 de junio de 2010

La Monumental Cabeza de Felípe Alonso (Cuento)


Un saludo al pueblo Mapuche en este su año nuevo. Aquí un cuento que rescata la memoria de un grande, y que es parte de nuestra heroica historia nacional. Dedicado a mis hermanos Mapuches con quienes tengo la dicha de compartir cada domingo y a mis grandes amigos de esta noble raza y que son un valioso aporte a la obra y a este pueblo. Bendiciones.

La Monumental Cabeza de Felipe Alonso

Traía el destacamento de Villagra la cabeza de Felipe Alonso, ese mozo de caballería que se había convertido en monstruo. La lanza fue puesta en medio de la plaza, para que no hubiera duda alguna, que el ignominioso ser que aterrorizada al conquistador, ya había caído. Yo lo vi, y más que una vergüenza, me parecía un baluarte en su estandarte y no una sentencia; con su pelo ondeando al viento, su cabeza casi erguida, hablaba más del guerrero Leftraro que del mozo y talabartero Felipe. Yo lo vi, y no me dio pena; porque grande era su nombre entre nosotros, que el nombre dado por mentirosos, que lo hicieron esclavo; habiéndole prometido a él y a muchos tratarle como a semejante, le educaron a palos, haciendo de su vida algo miserable.
Muchos alababan su caída; muchos celebraban la cabeza del mozo, confiando en haber “cortado” su furia, sin entender que nunca cortarían su legado. Famosas fueron entre nosotros sus luchas y arremetidas, y la más famosa fue con el conquistador conquistado. Él le dio muerte a Valdivia y se cantó la victoria más allá del sagrado rio, donde la lucha del Kai Kai y el Ten Ten casi pasan al olvido, por tanto diluvio de victorias que el Leftraro había traído.
El diabólico nombre de “Felipe” llenaba de terror al blanco invasor, mas el verdadero nombre de Leftraro era, simplemente inspirador. Su cabeza empalada como signo de triunfo amenazador, era presentado para borrar de la memoria al guerrero avasallador, pero lo que yo vi era simplemente un monumento al sacrificio del indomable, que solo reclamó, lo que por natural repartición, Dios le dio. El primero de muchos monumentos más, que traspasaría fronteras, porque ¿Quién olvidaría la valentía, de quien con solo lanzas, al de armadura derrotaría?
Sí, yo lo vi y luego reflexioné ¿Qué hago con la brida y el cabestro del invasor en mi mano? Si Felipe comenzó en las caballerizas como yo ¿no podría quizás terminar como él? ¡Sería un honor! Así que al sur escapé, a mi tierra y a mi pueblo, a contarle a mi gente que el primer monumento de nuestro gran caudillo había sido levantado. El transliterado “Lautaro” acababa de expandir su gloria con la testa erguida. Voltee y lo miré por última vez y juro, por mi sagrada tierra, que él me guiñó un ojo.

Marcelo Valdés

miércoles, 23 de junio de 2010

El Cielo Ganao (Cuento)



Dedicado al bello pueblo Mapuche y su noble gente... en especial a mis hermanos en la fe, Mapuches o descendientes directos, de quienes he aprendido bastante a mirar con mejores ojos la tierra que Dios nos ha provisto.

El Cielo Ganao

Me dijo mi amigo Marinao que solo el Mapuche tiene el cielo ganao
¿Y Porque? Pregunté
Porque no escupe la tierra de la que come, ni la explota en demasía;
Que ellos labran los huertos, y los estanques del cielo los riegan, pa´que coman día a día. Que son los más valientes, solo comparables a pueblos Espartanos, porque eran indomables y a ningún imperio temian, y en 300 años de lucha, eso demostrarían.
Yo le ije:
¿¡Ahonde la viste!?
Si es por ser Mapuche, yo también tengo el cielo ganao, porque la sangre Araucana, como se dice, por toda la nación se ha regao, como la nieve forma el rio, y como el rio riega lo mío.
Too Chileno, le ije, debiera ver el cielo, porque toos tenemos lo que de sobra a mi amigo y Mapuche al caso tenían, o se han ganao.
Yo también crecí, y no lo olvide, con el ejemplo de Lautaro; y me hierven las venas de orgullo al ver la importancia que tuvo. Si hasta en Europa tiene monumento, porque dicen que de estrategias el hombre sabía, y que pa´ las guerras le imitaban y se hacía.
Si mi vieja en la casa es como la eñora Guacolda, que es tan fiera pa´criar y darse a respetar, pa´cosechar y acarrear, como la del indomable, que nunca arrugó y ni a la muerte temió.
Ademas, me templó mi carácter él Toqui Caupolican, que ni la píca mas grande le hizo temblar; nunca tiró pa´ las moras, no como el vecino Arquelao,.. pero de que me preocupo, ese es del país de al lao. Por eso vecino, como usted sae, soy entero alentao.
Y como rebien sae usted mismo, cuando jugamos a la pelota y la pichanga se calienta, ni aunque me timbren los “toperoles” en las canillas, me salgo e la cancha. ¿Y de donde cree que aprendí? De Galvarino, que aunque los chacales le volaron las manos, se amarró lanzas de victoria, y arrasó con los palos, venciendo a los malos.
De estos y de criollos echamos al imperio invasor, pa´ser independientes por nuestro valor; y aunque reconozco que hay temas pendientes, yo con usted estamos al día, sin problema aparente, porque sos mi amigo, y no importa de que lao. Dios brilla pa´alla y pa´acá, su campo y mi campo, porque el Ngechen alumbra pa´toos laos.
Y ya que de futbol hablamos ¿Dónde deja a Marcelo Salas? Melinao se apellida y la roja en el pecho llevó, de triunfos a victorias y de victorias a la euforia; y todo River, que de crak tan saturaos, gritaban “¡Chilenooo, Chilenooo!”, siendo un guerrero de corazón.
Si vecino, los Chilenos le debemos mucho a su pueblo, que a estas alturas, ni diferencias se ven, porque su sangre esta regada por nuestra tierra, creando una casta de guapos y valientes, sino pregúntele a Bolivianos y Peruanos, que le sacamos hasta los dientes. De toos estos heroicos personajes e sio beneficiao, porque la sangre Mapuche mucho nos a dao.
Y pa´que no discutamos mas, rájese con el plasma pa´ ver a la selección, que ligerito juega y llenará la sangre con hazañas y goles al cuadro Español.



Marcelo Valdés

jueves, 17 de junio de 2010

El Poder de las Palabras




“Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo” (Santiago 3:2)

Las Palabras que salen de nuestra boca tienen el efecto de bendecir o maldecir (Santiago 3:10) y esto no debe ser así, pues no puede salir de una misma fuente agua amarga y dulce (11). Cuando la lengua es sinónimo de desenfrenos proverbiales, dichos destructivos o chismes, esa persona está cargada de veneno mortal (Santiago 3:8) y obviamente se espera de ella que tenga aún desenfreno de su cuerpo, porque quien no refrena su lengua, menos lo hará con su físico. Mas, aquel que no ofende en palabra, también es capaz de ponerle peros al cuerpo, si esto a de dañarle.
Es que las palabras tienen mucho poder, y ya lo decía Cervantes “más vale una palabra a tiempo que cien a destiempo”, porque las que están fuera de lugar logran hacer daños que la mayoría de las veces son irreparables. Las malas palabras tienen el poder de ofender, envenenar, maldecir, encender un bosque (crear grandes problemas), llevar al desenfreno y la destrucción, incluso ser promotor de cosas infernales, traicionan, halagan de mentira, pone lazos (nos atrapa), logran derramar sangre, golpean el espíritu y el corazón, hace subir el furor, y multiplica nuestra vanidad. En contraste de esto, están las buenas palabras que tienen el efecto de bendecir, animar, afirmar, ser querido, ser apreciado por lo que decimos, ser considerado prudente, atinado y oportuno, ser un verdadero “árbol de vida” (Proverbios 15:4), un constructor y no un destructor.
¿Qué nos aconseja la Biblia? Primero, probar las palabras (Job 34:3). Así como probamos lo que entra a nuestra boca, debemos probar lo que saldrá de ella, porque lo que sale de nuestra boca es lo que contamina al hombre (Marcos 7:15). Segundo, responder con blandura, no con ira (proverbios 15:4); eso nos ayudará a no perder el control y así no lamentar a posterior dichos que nunca quisimos decir. Tercero, no prestar oído al chismoso, aunque parezca agradable lo que dice (Proverbios 18:8); esta es la fuente de muchos males y la mejor manera de evitarlos es evitándolos a ellos. Cuarto, oír antes de responder (Proverbios 18:13); muchos prefieren dar sus argumentos antes de dejar a otros argumentar, prefieren alzar sus voces, antes de oír lo que otros quisieran plantear. Son muy populares los que hablan mucho y no dejan hablar a otros, pero eso no siempre significa que tengan razón. Quinto, no ser ligeros en nuestras palabras (Proverbios 29:20), pues nos pone lazos y quedamos atrapados por ellas y cuesta mucho desatar los enredos de las palabras.
Todos en alguna manera hemos ofendido, pero todos tenemos la oportunidad de aprender a no ofender, y eso se hace con palabras edificantes, no destructivas, con palabras buenas, no malas. Aún las disculpas son “palabras buenas” cuando se ha herido a alguien con la boca, pues el reconocimiento de que somos imperfectos y arrepentirse del daño, muestra la grandeza de esa persona para con el prójimo. Entonces, aboguemos por las buenas palabras. Bendiciones.

Pastor Marcelo Valdés.

miércoles, 9 de junio de 2010

Viviendo de acuerdo a lo que esperamos


“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve” (Hebreos 11:1)

Si un día llegara nuestro jefe, y sin previo aviso nos regalara pasajes en avión para pasar una semana de vacaciones al lugar que más nos gustaría viajar, ¿nos tomaría por sorpresa? ¡Claro que sí! Creeríamos que es una broma, pero luego aceptaríamos e indudablemente le preguntaríamos al jefe ¿Por qué? Y el jefe respondería “Porque simplemente yo quiero hacerlo”. Pasaríamos de la incredulidad a la alegría absoluta y nos dispondríamos a usar ese sorpresivo y tal vez inmerecido privilegio.
Bueno, así es en la vida cristiana; nuestro “jefe”, Dios, ya tiene los pasajes listo para que estemos en un lugar de ensueño, junto con él y solo porque él lo ha querido así. En su infinita bondad y su eterna misericordia y soberanía, nos ofrece a sus hijos un lugar maravilloso y una vida esplendorosa, nos ofrece una ciudadanía celestial (Hebreos 11:16). Pero no es lo único; nos promete ver su gloria, la gloria del hijo y nos dice “…para que vean mi gloria que me has dado” (Juan 17:24). Me imagino cuantas personas se morirían por ver a su artista o personaje favorito, o qué no darían por estar con ellos; lo veo en las personas que desembolsan altas sumas por ir al concierto de su artista favorito. Para los cristianos, ver al personaje favorito es un hecho, porque estaremos un día cara a cara con nuestro salvador ¡y solo por arrepentirnos de nuestros pecados y aceptarle como salvador personal! Sin desembolsar nada. Por tanto, nos sentimos gozosos de tal inmerecido premio, pero esperanzados de vivirlo en el día señalado por Dios, y contentos por tener un futuro “post mortem” auspiciosos.
Lo maravilloso de Dios es que nos trata como a herederos al decir “… y si hijos, también herederos, herederos de Dios y coherederos con Cristo…” (Romanos 8:17), lo que, a mi entender, me da el título de príncipe. Y lo somos, pero no de este mundo, pues es celestial. En esta tierra solo somos extranjeros y peregrinos, tal cual lo pensaba Abraham (Hebreos 11:13) y confió en que su gloria seria después de esta vida.
Ante tan maravilloso panorama glorioso, no nos queda más que transitar por esta vida lleno de esperanzas, de alegría y dicha, entendiendo que las aflicciones presentes son temporales y que un día gozaremos de las promesas hechas por Dios. Como reza el himno cristiano “todas las promesas del Señor Jesús, son apoyo poderoso de mi fe” y sabemos que sin fe “es imposible agradar a Dios” (Hebreos 11:6). Por eso te animo hijo de Dios, a que tengas fe en las promesas del Salvador que son fieles y verdaderas, para que en tus tiempos de tribulación recuerdes que eres un príncipe de Dios que heredará una ciudadanía celestial y te muestres al mundo como una persona llena de esperanza, una llena de gozo. Yo espero lo que Dios me promete, esa es mi fe.
Bendiciones

Pastor Marcelo Valdés

miércoles, 2 de junio de 2010

La Palabra que une o Divide 2



En el artículo de la semana pasada hablamos de porque hay tantas denominaciones que pareciera que la iglesia de Cristo estuviera dividida. Y el punto principal se halla en el libro Sagrado llamado “Biblia”. Son distintas las interpretaciones que pareciera que este libro no fuera claro en su mensaje, por eso algunos se agrupan aquí y otros “allá”. Y mencionamos dos errores claves a la hora de interpretar que son meramente humanos, porque sabemos que Dios es perfecto y no falla ni cambia. Nuestras limitaciones y nuestra naturaleza pecaminosa y perversa fueron los puntos comentados. Ahora mencionaremos dos más, que creemos que son fundamentales para tener en cuenta a la hora de extraerle las verdades espirituales que nos presenta la Palabra de Dios, y así tener cuidado de querer darle el sentido que “yo quiera”, versus el QUE DIOS QUIERA.

LA INCREDULIDAD es uno de los factores que dividen. Y no hablo de ateísmo, sino de cierta falta de fe en los milagros descritos, donde este tipo de personas aceptan cierta información creíble, pero desechan la milagrosa por ser para ellos de carácter fantasioso, argumentando que la verdad de Dios se combina con mitos y leyendas propias de la época, las que hay que desechar. Muchos actúan como Tomas, “ver para creer” pero el Señor nos dijo “Bienaventurado los que no vieron y creyeron” (Juan 20:29). Cuestionan milagros como la separación del mar rojo, el arca de Noé, la creación, el sanar un paralitico, el sacar demonios de las personas, el devolverle la vista a los ciegos, etc. Pero creen en Dios, en un ser poderoso, que a la hora de los milagros ¡no es tan poderoso! ¿? Incluso algunos cuestionan la resurrección de Cristo, base fundamental de la fe cristiana, argumentando ideas como que nunca murió, que tuvo catalepsia, que entró en un coma profundo, etc. La misma Palabra dice “Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe” (1Corintios 15:4)

En segundo lugar, EL TRADICIONALISMO es una de formas más comunes de torcer las Escrituras. En la época de la edad medieval, cuando había un alto índice de analfabetismo y la prohibición de “la iglesia Católica” de leer las escrituras, el tradicionalismo de los pueblos fue fundamental para llenar los vacios espirituales. Muchos historiadores nos muestran como se fundieron las tradiciones con el cristianismo, modificando las verdades espirituales. No toda tradición es mala, pero debemos someterla al ojo de Dios y conservarlas si no va en contra de los principios bíblicos, o desecharlas si pone en riesgo nuestra vida espiritual. Por ejemplo, si una cultura permitiera al hombre tener varias esposas (como en algunos países africanos, en la religión Islámica, etc.), debiéramos dejar dicha tradición y reemplazarla por el consejo de Dios, el camino más alto y sublime de tener “una sola mujer” (1Timoteo 2:2, 12). Ya en los tiempos de Cristo los fariseos habían hecho de la fe Hebrea tradiciones de hombres, y que no se ajustaban en nada a lo que Dios aconsejaba en las Escrituras (Mateo 15:1-9). Hay quienes prefieren seguir “la tradición” que los consejos de Dios, y eso divide.

Lo importante para todo hijo de Dios, es que seamos sinceros y examinarnos a nosotros mismos ante las Escrituras, para ser un buen hijo. Que predomine el consejo de Dios que “mi consejo”; él es más sabio que yo.

Bendiciones.

La Palabra que une o Divide



“Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer” (1Corintios 1:10)

¿Está dividido Cristo? ¿Lo estamos nosotros? Hago estas interrogaciones porque un día me preguntó un hermano de otra iglesia por qué hay tantas denominaciones cristianas y porque no se unen todas las iglesias en una sola denominación; al fin y al cabo, Dios quiere la unidad y sería lindo que todos remáramos para el mismo lado. Además la mayoría se gobierna por lo que la Biblia dice, por tanto, tenemos ese denominador común que nos debiera unir a todos. Pero lo cierto es que hay muchas denominaciones y primero debemos responder ¿Por qué?

La historia es compleja pero la respuesta es sencilla. Compleja por que en el nacimiento de esta o aquella denominación, existe una amalgama de acontecimientos que llevan una cosa a la otra, etc. Por ejemplo, Martín Lutero, al exponer sus 95 tesis en las puertas de Witemberg, Alemania, el jamás pretendió salirse de la iglesia Católica Romana; sus tesis eran para reformarla, pero su pliego no encontró eco en las altas esferas y fue excomulgado y comenzó lo que se conoce en la historia como “La Reforma”, primero en Alemania, luego en toda Europa. Los hermanos Wesley también pretendían darle un mayor sentido espiritual a la iglesia de Inglaterra, la anglicana, gracias a sus métodos de vida, pero también fueron excomulgados y comenzó el "Metodismo". En estos casos, y otros, las intenciones eran ajustarse a la Palabra de Dios como autoridad, pero las buenas intenciones no fueron bien recibidas. También es complejo porque otras denominaciones nacieron simplemente por su particular visión de las Escrituras y decidieron separarse y formar sus propios ministerios, formando sus propias iglesias. Muchas sectas nacieron así. Enrique octavo, por razones personales y egoístas, se separo de la iglesia católica y formó la anglicana. Unos por conveniencia se adhirieron al protestantismo y viceversa, porque favorecía sus negocios. No siempre fueron razones muy nobles las que precedieron a la formación de esta o aquella denominación.

Pero la respuesta es sencilla. El punto de unión son las Escrituras, (y estas no pueden ser quebrantadas –Juan 10:35-), pero las interpretaciones son distintas ¿No es clara la Palabra de Dios como para que estemos todos unidos en su mensaje? Si, su mensaje es claro y no son muchos los pasajes controversiales u oscuros que puedan llevarnos a la confusión y la división. El problema radica en nosotros, no en Dios; él es perfecto, nosotros no. Eh ahí la cuestión.

El primer problema son nuestras limitaciones. Dios tiene todo el panorama claro y resuelto, nosotros solo tenemos pistas y ciertas “coordenadas”. La Biblia no lo argumenta todo, no habla de todo y no esclarece todo. Pero muchos, siendo limitados, quieren, pretenden y aseguran saberlo todo. Pero muchas veces es más sabio decir a lo oscuro y no resuelto “no sé”. La Biblia nos habla de lo esencial, por ejemplo, cómo llegar al cielo, a la morada de Dios. Otro problema es que nosotros somos de naturaleza perversa, Dios no. Pretendemos ajustar el mensaje a nuestra conveniencia y otros solo ajustan la Biblia a lo que ellos quieren decir. En el sur de EEUU muchas iglesias se amparaban en las Escrituras para defender y promover la esclavitud. Otros la usaron para perseguir al enemigo y así conquistar tierra y riquezas. Recordemos que en nombre de Dios y la Corona es que se invadieron nuestras tierras para ser “civilizadas” amparadas en la “Palabra de Dios”; dándole sentido a textos fuera de contextos, torciendo las Escrituras y haciendo interpretaciones privadas de ella, cosa que la misma Biblia condena (2Pedro 1:20). Son motivos para entender porque hay muchas denominaciones y porque no existe tal unidad.

¿Significa que está dividido Cristo? En ninguna manera, el está “enterito”, el es perfecto y EL FUNDÓ SU IGLESIA, sin pasar a llevar ni una "jota y tilde" de la palabra, al contrario, dándole plena autoridad (2Timoteo 3:16). Su cuerpo, la iglesia de Cristo, está debilitada (convengamoslo), pero no muerta, ni tampoco dividida; ella existe hasta hoy porque "las puertas del infierno jamas han prevalecido sobre ella" (Mateo 16:18) y está en tu comuna, tu población, en la localidad, pues es local y enteramente visible, jamas se ha dividido ¿Entonces cual es la iglesia verdadera? La que se ajusta más al contenido de la Palabra de Dios, la última autoridad en todo asunto de verdadera fe, nos guste o no. ¿Tu iglesia se ajusta a las Escrituras? Debes responder eso con total sinceridad.
Bendiciones.

Pastor Nino (Marcelo Valdés)

Pd. Recomiendo el libro de Erwin Lutzer "Doctrinas que dividen" ¡ EXCELENTE!

lunes, 10 de mayo de 2010

jueves, 6 de mayo de 2010

¿Los invasores?


Mirando al cielo 67

“Pedid por la paz de Jerusalén; sean prosperados los que te aman” (Salmos 122:6)

Nuestro gran historiador Abraham Abara Kessie lanzó este viernes su último libro, “Los Invasores”, que da cuenta de su visión particular del complicado conflicto Árabe-Israelí. El análisis contempla la formación del Estado de Israel en 1948 como una invasión a los árabes que ya vivían en la zona de “Palestina”. Un conflicto que ha derramado mucha sangre por ambos bandos, y que hasta el día de hoy sigue siendo un dolor de cabezas para el mundo y la paz del medio oriente. Y es un deber de todo cristiano orar por la paz de ambos pueblos.
Las fortalezas del libro, a modo de denuncia, están en la documentación de los derechos de los palestinos como nación estado, y como Israel, en muchas ocasiones, ha vulnerado los derechos básicos de esa nación con la construcción del muro, los asesinatos selectivos, la destrucción de casas palestinas y los asentamientos en Cisjordania. Además, no duda en mencionar los actos terroristas de facciones fundamentalistas palestinos que han dificultado el proceso de paz y el reconocimiento del estado Palestino, aunque los legitima como un acto desesperado para poder ser escuchados. Sin embargo, el grueso del libro recae en una protesta anti-judía que podría ser propia de un autor de origen Palestino como lo es Abraham, destacando la “idiotez”, “imbecilidad”, “parcialidad”, de “usureros”, “poca hermandad”, del pueblo Israelí, y que lo hace sospechosamente tendencioso. Además el historiador va contra la historia, acusando de conspiración a Israel y al mundo occidental en una maquinaria de poderes facticos que solo buscan perjudicar a los palestinos y asentar el estado judío. Así, el llamado “holocausto” judío propiciado por Hitler en la segunda guerra mundial, no es más que una invención judía para “enternecer” las almas del mundo y así lograr el sueño sionista de tener un estado. Entonces, el libro se inscribe dentro de otros relatos conspiracionistas como “Hitler gano la guerra” de Walter Graciano, o JFK de Jim Garrison (este último con mucha veracidad).
Pero seamos concretos:
La ONU (organización de naciones unidas), al considerar el estado de Israel en 1947, también pensó en un estado árabe, aprobando una repartición igualitaria para ambos pueblos. Incluso antes, con la creación de la “Liga Árabe” en 1945, ya estaba considerado por ellos la autonomía del pueblo judío de palestina, por lo que se establece que siempre hubieron judíos en palestina que convivían sin ningún problema con los árabes palestinos. Por tanto podemos inferir dos cosas: primero, que siempre ha estado el deseo de reconocer a los árabes palestinos y también a los judíos de palestina con estados propios. Segundo, no se puede hablar de “invasión” puesto que esta es producida por una fuerza gubernamental que invade otra, cosa que aquí no concuerda, ya que no existían ambos estados, y la tierra de palestina estaba administrada por el imperio Británico bajo mandato de la “Sociedad de Naciones” (abalada por 113 países), que dicho mandato entro en vigor en 1922 y expiró con el reconocimiento del estado judío en 1948. Cabe destacar que nunca se habló de un “Pueblo Palestino”, siempre se habló de árabes-palestinos, por ser árabes viviendo en tierras palestina, siendo la palabra “palestina” una transliteración de la palabra “filistea”; dicho sea de paso que esta palabra es de raíz hebrea y significa “invasor”, por considerar a los filisteos como “pueblos del mar del norte” que invadieron primero a Egipto y luego se asentaron en la tierra de Canaán, el nombre original de palestina, nombre también usado en la Biblia, que además es un gran documento histórico. Fue recién en 1964, cuando la liga árabe decidió crear la OLP (Organización para la Liberación de Palestina), que fue llamado como “Palestinos” a secas y que esta organización tenía dos intenciones: Ser reconocidos como estado y establecer la “aniquilación de Israel por la vía armada”. Fue recién en 1993 cuando el líder palestino Yasser Arafat reconoció el estado de Israel en una carta enviada al primer ministro Isaac Rabin y este reconoció a la OLP como “legitimo representante del pueblo Palestino”. También, el 2005, Israel decide sacar los asentamientos judíos en la franja de gaza para que sea gobernada por la Autoridad Nacional Palestina, pero esta, gobernada por el movimiento ultra fundamentalista del Hamas, quien sigue la prescripción de los comienzos de la OLP de aniquilar a Israel, no reconoce ni reconocerá el estado Judío que ya ha sido avalado por varios países enemigos como Egipto y Jordania.
Otra de las cosas que carece el libro, es sobre el aspecto religioso que está en disputa, ya que muchas veces la OLP ha intentado llevar su causa como un conflicto de independencia imperialista, mientras que los más radicales como el Hamas y la Yihad Islámica lo hacen como un conflicto religioso, queriendo imponer por la fuerza su credo.
“Los invasores” es un titulo demasiado invasivo a la historia y a un conflicto que tiene más un aspecto religioso que político. Tal vez la contraportada, donde se ve un niño palestino caminando abrazado con uno judío, sea el mejor mensaje de las intenciones del escritor. Bendiciones.

Pastor Marcelo Valdés

martes, 27 de abril de 2010

Ejercitando la disciplina


Mirando al cielo 66

Hoy existe una nueva filosofía de criar y su fundamento principal es “déjalos hacer y harán las cosas por sí mismo”. Muchos enseñan que la única disciplina que se debe aplicar es la permisividad, en contra de la disciplina física o autoritaria. Se supone que así mejorarán los niños y crearan mejores adultos… pero las evidencias muestran lo contrario. Los niños ni son mejores, ni están más felices. Por un lado están los que consiguieron hijos resentidos y llenos de trancas por aplicar una disciplina estricta, física y totalitarista, versus los hijos mimados que hacen lo que quieren, desvergonzados y rebeldes, por tener padres que ejercieron una disciplina permisiva y de poco control. Tal vez la confusión a la hora de disciplinar parte por malentender la palabra en sí: muchos creen que significa “golpear” y muchas generaciones crecieron bajo esa disciplina. Muchos recordamos el coscorrón del padre, el correazo de la madre, el reglazo del profesor; nos tiraban las patillas, las orejas, nos daban una patada en el trasero como primera medida disciplinaria y padres descontrolados llegaron más lejos y usaron el cordon de la plancha, agua caliente, verdaderos golpes al mentón que dejaron a más de un lesionado y a otros en la U.C.I. La contraparte definió que eso estaba mal y su disciplina fue más permisiva, quitando todo tipo de férrea autoridad, para no truncar al niño, dejándoles actuar casi a entera libertad; y así, los niños comían cuando tenían hambre, no a los horarios señalados, dormían a cualquier hora, no en horarios señalados, desafiaron todo signo de orden, primero en el uniforme escolar, luego en el pelo, luego en horarios, luego a los profesores, después a las autoridades. Y si cualquier padre osara tocarle una oreja para ponerlo en fila, toman su celular y marcan el 133, alegando violencia intrafamiliar. Muchos padres no lo hacen porque no saben cómo hacerlo, otros porque son cómodos, otros porque jamás harán lo que sus padres hicieron con él, otros porque simplemente les importan un carajo sus hijos. Hemos pasado de un extremo a otro.
¿Qué dice el Señor? Su consejo aún sigue vigente. Hebreos 12:11 dice que “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados”. Para entender la disciplina de Dios hay que entender que esta es EJERCITAR, INSTRUIR, ENSEÑAR al niño para enfrentar la vida, no es golpear ni dejar a su propio arbitrio los destinos que ni siquiera como peques entienden. “Instruye al niño en su camino y cuando fuere viejo no se apartará de él” (Proverbios 22:6). ¿Por qué golpeamos si ni siquiera los entrenamos? ¿Por qué dejarlos libremente que hagan lo que quieran si ni siquiera están entrenados? Ni lo uno ni lo otro desea el Señor; es nuestra responsabilidad como padres el educarlos, entrenarlos, instruirlos, ¡esa es nuestra tarea! La “Vara” debe quedar reservada para cuando después de todo intento de ejercitar, enseñar e instruir son vanos, cuando la rebeldía y los corazones contumaces muestran un potencial peligro en el niño para la familia, la sociedad, Dios. “No rehúses corregir al muchacho; Porque si lo castigas con vara, no morirá” (Proverbios 23:13). Si no lo hacen los padres con cordura y amor, la vara de la sociedad lo hará con dureza y venganza, o la vara de Dios se hará sentir en sus vidas, como en los hijos de Elí que fueron disciplinados por Dios, no por su padre, quien también recibió su parte por lo indulgente que fue (1 Samuel 2:12-36). Enseñemos a nuestros hijos lo que Dios nos enseña a nosotros y tendremos una familia fuerte. Bendiciones.

Pastor Marcelo Valdés

lunes, 26 de abril de 2010

Vendran tiempos peligrosos


Mirando al cielo 65

"Hemos aprendido a volar como los pájaros y a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir juntos como hermanos". MARTIN LUTER KING

La exaltación de los ánimos es el pan de cada día. Es increíble ver como las noticias nos dan cuenta de agresiones, homicidios, “bullying” (acoso escolar), grescas de una fila interminable de pendencieros, “flaites” mal humorados, implacables asesinos sin remordimientos, terroristas, gente realmente mala. Vuelan los insultos, sobran los golpes, muchas muertes; Muertes sin razón, peleas sin razón, agresiones sin razón; Así está el mundo y la sensación de impotencia de las víctimas, gracias a una justicia poco justa, a la llamada puerta giratoria, a las mínimas penas para los delincuentes y agresores, nos hace ver abandonados. Hemos aprendido muchas cosas y desarrollado otras realmente impactantes, pero como dijo el predicador, nada ayuda a que baje la agresividad, nada aplaca la ira, porque no hemos aprendido a vivir como hermanos; los adelantos de hoy son para uno vivir mejor, pero no para que todos vivamos mejor. Es la era de la individualidad. Ya hemos perdido la capacidad de asombro, la crónica roja es común y ya no impacta tanto como antes, hoy los diarios prefieren destacar en sus portadas temas de farándula. Cada vez lo anormal se vuelve común, y no estamos lejos de que sea la norma. Se quiere poner detectores de metales en los colegios porque los niños llevan armas, se baja la responsabilidad penal de 18 a 14 años, se quieren construir más cárceles, en otros países (como Brasil) se crean brigadas asesinas para eliminar al delincuente; pero con estas medidas no se ataca el fondo, solo la forma. No nos sorprendamos, Dios ya lo había advertido: “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita” (“ Timoteo 3:1-5)

¿Por qué estamos más agresivos? Porque simplemente nos creemos en el derecho de responder a la agresividad con agresividad, hemos decidido tomar la justicia de manera propia que dejar a otro que abogue por mí. Aun los cristianos nos olvidamos lo que Dios nos dice: “Mía es la venganza, yo daré el pago” (Hebreos 10:30); así como Cristo abogó por nuestra salvación, así abogará por nuestros problemas, solo debemos traerle a él nuestras cargas y confiar; así como le confiamos nuestra alma, él nos podrá ayudar. Dios también nos aconseja “La blanda respuesta quita la ira, mas la palabra áspera hace subir el furor” (Proverbios 15:1). Toma este consejo bíblico y comienza a aplicarlo desde hoy, y estarás atacando el fondo del problema, no la forma, porque debemos ser promotores de la paz y eso parte por nosotros, y dejémosle la agresividad al mundo violento, ya vendrá Dios a ordenar las cosas.

Bendiciones.

Pastor Marcelo Valdés