domingo, 19 de octubre de 2014

¿Por qué me siento solo? Cuando vienen esos sentimientos de soledad

¿Por qué me siento solo?
Cuando vienen esos sentimientos de soledad

Daniel Defoe escribió “Robinson Crusoe”, el náufrago que vivió 28 años en una isla; la idea fue tomada de la real historia de Alexander Selkirk, un marinero escoces que estuvo poco más de cuatro años en el archipiélago de Juan Fernández, completamente solo. En este caso, él  sintió la soledad porque ni un solo prójimo estaba a su alcance, ni siquiera para hablar trivialidades.
Es muy común sentirse solo, es el sentimiento que todo ser humano ha experimentado en mayor o menor medida. Incluso algunos la han vivido de forma extrema por aislamiento, ya sea por sí mismo o a la fuerza, como los ermitaños o cierta clase de presidarios o exiliados.
La soledad en si no es mala cuando se dosifica, y no es nuestra idea hablar de ella en sí misma; hay personas que continuamente buscan la soledad para edificación personal, meditación, estudio o simplemente contemplación (Cristo buscó muchos momentos de soledad para estar “con el Padre” en oración), sino que hablaremos sobre el sentimiento de soledad que algunas personas pudieran sentir (o sienten) y que les lleva a la tristeza, la angustia o la depresión, incluso al suicidio.
Un sentimiento de soledad es cuando creemos, sea que haya gente a nuestro alrededor o no, que nadie está a mi lado para compartir la vida, los sueños, las ideas, o simplemente los momentos que pasan. Es un sentimiento negativo en todo sentido, porque, habiendo en nuestro entorno personas, no las vemos como la compañía necesaria para nuestros fines, deseos o sueños. Hay personas que se han sentido solas teniendo a su lado ¡Esposo(a), hijos, madre, padre, etc!.. ¿Por qué? Porque, aunque son semejantes en cuanto a ser, cercanos en cuanto a distancia, no lo son en cuanto a llenar el profundo sentimiento de la compañía. El sentimiento de soledad  está relacionado con el aislamiento, la noción de no formar parte de algo.
¿Cuándo vienen esos sentimientos? Vienen cuando hay una pérdida de un ser querido; el abandono de una persona especial; el alejamiento de alguien que llenaba tu ser... Pero no siempre tienen que ver con pérdidas y alejamientos, a veces es simple descubrimiento de incompatibilidad o desilusión de las personas en las que creíamos, pero ya no. Cuando se invierte en construir sueños y esperanzas, por ejemplo, pero descubrimos que uno no va en la misma dirección, nos desilusionamos y comenzamos a sentirnos solos. Cuando no se siente amado por alguien a quien se ama.
¿Por qué es peligroso? Por lo mismo que vengo sosteniendo, porque no logra ver a su alrededor a quienes podrían sacarlo de la misma soledad y darle nuevos propósitos a su vida. Es peligroso porque los que le rodean sienten perderlo y uno siente alejarse; no hay compatibilidad. Se pierde la alegría, la esperanza y los sueños que nos mueven a construir, a relacionarnos y dejar que se relacionen con nosotros; a crecer aprendiendo de otros y que otros crezcan aprendiendo de uno. Los sentimientos de soledad suelen convertirnos en egoístas personalistas que vive lamentando porqué nadie se acuerda de nosotros, pero cada vez es el resto quien ve como nosotros los olvidamos.
En algunos casos este sentimiento solo es pasajero o temporal, pero en otros se asienta, creando seres con corazones lamentables y almas sufrientes. Mientras sea un pasar, creceremos y empatizaremos con aquellos que lo sufran. Mientras sea permanente, se estanca y retrocede, a veces hasta la misma muerte (o un gran deseo por ella).
Fue lo que le pasó a Elías, después de su formidable victoria en el monte Carmelo por mano de Dios (1 Reyes 18:20-40). Después de la amenaza de Jezabel, sintió la soledad de ser el único profeta de Dios que quedaba sobre la tierra (1 Reyes 19:10). ¡Oh! Cuan inestables y frágiles de mente y espíritu somos los seres humanos. Elías había olvidado que DIOS ESTABA CON ÉL EN LA VICTORIA, Y TAMBIEN EN LA DERROTA. Había olvidado que el mismo Dios que lo libró de 400 profetas paganos y mentirosos, lo podría librar de una pérfida mujer idolatra y mezquina. El mismo Dios que le dio de beber en el desierto, le dio de comer de una viuda en banca rota, era el mismo Dios que se había reservado 7.000 profetas que no habían doblado sus rodillas ante dioses de mentira (1 Reyes 19:18). Él se centró en su soledad, se centró en su pena y compasión por sí mismo. No se animó a buscar si quedaban más como él, no se animó a preguntarle a Dios que hacer, no se refugió en el que lo había encomendado, sostenido y librado;.. ¡Oh! Pero Dios misericordioso lo guardó, lo abrazó y le mostró la salida.
¿Dónde termina tu sentimiento de soledad? En Cristo, el misericordioso que te puede guardar, abrazar y quien te mostrará la salida. Ahí está el salvador quien entiende de soledades; ahí está la compañía para tiempos oscuros y lugares inhóspitos. Él es el castillo fuerte, la sombra del viajero, el agua del sediento, la compañía del solitario.
Pero Cristo no está solo; porque además del Padre y del Santo Espíritu Santo, está su iglesia.
¿Dónde termina tu sentimiento de soledad? En su iglesia, donde están los polluelos de Cristo, las ovejas de su redil. No es un redil vacío, está lleno de vida y abraza con el calor de su lana. Es el ejército de Dios con el que reinará una vez que vuelva. Ejercito lleno de cicatrices que evidencian sus luchas, pero que revelan su firmeza al permanecer al lado de su Libertador;.. Son los 7.000 que se ha reservado Dios y que no doblarán la rodilla ante falsos ídolos y te harán compañía SOLO SI TU QUIERES BUSCARLOS.
Ya sabes dónde termina tu soledad. Dios te bendiga.

Pastor Marcelo Valdés

jueves, 9 de octubre de 2014

10 Razones de porque debo leer toda la Biblia

10 Razones de porque debo leer toda la Biblia

Voz que decía: Da voces. Y yo respondí: ¿Qué tengo que decir a voces? Que toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo. La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento de Jehová sopló en ella; ciertamente como hierba es el pueblo. Sécase la hierba, marchítase la flor; más la palabra del Dios nuestro permanece para siempre. (Isaías 40:6-8)
1-     Porque es PALABRA DE DIOS, no de hombre ni de espíritu extraño. Mientras es hombre es falible y todo espíritu podría llevarnos al error, la PALABRA DE DIOS  es precisa, verdadera y única.
2-      Porque responde a las preguntas más cruciales de la vida. ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Cuál es el propósito de la vida? Mientras el hombre a través de la filosofía intenta responder desde su perspectiva finita, Dios lo hace desde su perspectiva infinita.
3-      Porque a diferencia de otros libros la Biblia no contiene errores ni contradicciones que nos lleven a errar y contradecirnos.
4-      Porque Dios no cambia y el hombre tampoco. Así como Dios es bueno e inmutable (que no cambia) el hombre es pecador y depravado y no cambia. Necesita de la acción milagrosa de Dios, una transformación del bueno para corregir al malo. Es por eso que la historia humana se repite de tiempo en tiempo, porque “no hay nada nuevo bajo el sol”.
5-      Porque alimenta lo que la comida no puede hacer (Mateo 4:4)
6-      Porque solo ahí se ve el amor de Dios para con el hombre (Romanos 5:8, Isaías 53:5, 1 Juan 4:19)
7-      Porque te equipa para esta vida y la venidera. Te equipa para servirle, seguir su consejo, para enfrentar dificultades, responder interrogantes, cobrar fuerzas, entender la historia del hombre y hacer tesoros para vida eterna.
8-      Porque te libra del pecado. Alguien dijo que “La experiencia es un gran maestro” pero yo digo que “La experiencia del pecado es un duro y terrible maestro”. La biblia tiene consejos para librarnos de muchos males.
9-      Porque ignorarla es para nuestra propia ruina. Si Dios tiene “Palabras de Vida eterna” y los que beban de esa agua fluirán como ríos de agua viva, entonces ignorarla es perder por completo estas bendiciones y no tener certeza de vida eterna.
10-   Porque Dios lo manda. “6 Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y CONOCIMIENTO DE DIOS más que holocaustos” (Oseas 6:6)
Todas buenas razones para comenzar a leerla ahora.
Bendiciones

Pastor Marcelo Valdés

sábado, 4 de octubre de 2014

¡Cobardes no son de Dios!

¡Cobardes no son de Dios!

“Y volverán los oficiales a hablar al pueblo, y dirán: ¿Quién es hombre medroso y pusilánime? Vaya, y vuélvase a su casa, y no apoque el corazón de sus hermanos, como el corazón suyo”
Deuteronomio 20:8

“Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte; los valientes prueban la muerte sólo una vez
William Shakespeare

El olvido es el premio del cobarde
Carece de odas y monumentos
Pero una cosa es cierta:
A quien abraza, lo gana para sí
M.V.

Cobardía: Que siente miedo ante situaciones difíciles o muestra falta de valor para emprender acciones peligrosas o que conllevan cierto riesgo. Que perjudica o hace daño de forma encubierta por carecer de valor.

Hoy la cobardía está de moda, pero con otro nombre: comodidad.
Son los cómodos los que no arriesgan, igual que un cobarde; son los cómodos quienes no enfrentan, los que se esconden en sus cómodas casas con cómodos sillones donde los únicos desafíos son sus programas en Discovery Chanel. Son los que reclaman, juzgan y despotrican, pero a las espaldas de los demás, dejando a otros la tarea desafiante para no salir de sus cómodas vidas y estar bien con todos. Le temen a los desafíos, las dificultades, los peligros; incluso sus cómodas habitaciones podrían no ser más que fonolas adornadas de hogar, cajas de tomates vestidas de sillas, camas pegadas al suelo de tierra y despensas llenas de hambre y necesidad por ocultarse en la palabra comodidad, cuando fue simple cobardía, el miedo de enfrentar los riesgos que podían llevarle a una vida mejor. Muchos cómodos son simples cobardes, y muchos cobardes quieren dar una apariencia de apacibles vidas adoptando la comodidad como el legítimo derecho de uno que no enfrenta nada.
¿Cuántos cobardes prefirieron hundirse en el vicio por no tener el valor para limpiarse de eso?
¿Cuántos cobardes prefirieron terminar sus relaciones con esposas, hijos, Padres o amigos por no tener la osadía de pedir perdón o perdonar?
¿Cuántos cobardes fueron consumidos por el orgullo malsano, dando apariencias de intransigencia viril, cuando no es más que temor a reconocer  su error?
¿Cuántas mujeres aceptaron abusos tras abusos, de ellas y de sus hijos, hipotecando la felicidad por temor a no sacrificar la comodidad de la provisión o la simple compañía carnal?
¿Cuántos cobardes han abrazado el fuego eterno por no tener el valor de reconocer a Cristo como el Dios de sus vidas, pero reconociéndolo como el símbolo de su religión?

Bueno, la cobardía puede ser un derecho en esta vida, pero no en la otra.
La Palabra de Dios dice:
“Los cobardes e incrédulos;.. Tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda” Apocalipsis 20:8

Los cobardes son incrédulos y los incrédulos se convierten en cobardes. 
No creen que con Dios puedan.
No creen que Dios todo lo pueda.
No creen en sí mismo y no se atreven a cruzar el umbral de las puertas que Dios abre.

No estoy tan seguro si al cobarde lo detiene la incredulidad o al incrédulo la cobardía; pero la combinación de ambas, son letales para el alma.
Ellos, no tienen heredad en el reino de los cielos. No hay una parte reservada en la Jerusalén celestial para quienes no tuvieron el valor de saber que hay un Dios, de vivir, defender y morir por Dios.
Es cierto que ciertos temores no nos mandan al fuego eterno. Puedo temer a una persona, a la naturaleza (viento, terremotos), a volar o navegar, a ciertos bichos o a la simple oscuridad. Pero una cosa es cierta: LA COBARDIA SIEMPRE TE PRIVA DE ALGO… Y los que decidieron desestimar al bendito Dios de los cielos, por simple cobardía e incredulidad, será privado de lo más valioso que valiente hombre pueda tener como premio: VIDA ETERNA CON EL REY DE REYES.

Mientras los valientes gladiadores buscaban el favor del rey, los valientes hijos de Dios buscan el favor de Dios; ¿y que buscan los cobardes? Solo el anonimato y la oscuridad, donde nadie los vea ni los moleste, escondiéndose en sus cuevas.

¿Estamos libres, los hijos de Dios de la cobardía? Bueno, así como cualquier pecado está al “acecho”, este no es diferente y a veces solemos acobardarnos.

¿Qué hacemos cuando nos acobardamos? Nos escondemos en cuevas (1 Reyes 19:1-4, 9-13)

Pero como hijos de un Dios todopoderoso, valiente y temible, despertamos a sus amonestaciones, remesones o sacudidas. Nos despojamos de todo temor, se esfuma la cobardía y salimos adelante, en su nombre… ¿Por qué? Porque somos transformados en lo que él es Y ÉL NO ES COBARDE, NO NOS A DADO ESPIRITU DE COBARDIA (2 Timoteo 1:7) Y NO PUEDE ACOBARDARSE ANTE NADIE, PORQUE ES DUEÑO DE TODO.

“No nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder…

De poder enfrentar los miedos
De poder decirle no al mundo
De poder salir adelantes con Dios
De poder perdonar y pedir perdón
De poder reconocer mis faltas ante Dios y los hombres
De poder resistir la tentación
De poder predicar a Cristo y su mensaje
De poder dejar la comodidad que no es más que cobardía encubierta.

¿Tienes ese poder? Si es así, entonces puedes declarar a viva voz “Todo lo puedo en Cristo, que me fortalece”

Bendiciones
Pastor Marcelo Valdés