viernes, 11 de diciembre de 2009

¿Todos Somos Hijos de Dios?





Un candidato a la presidencia decía el otro día que “todos somos hijos de Dios” ¿Es cierto eso? Veamos que dicen las Escrituras.

En Juan 3:3 Jesús responde a Nicodemo que “el que no naciere de nuevo, no puede ver el Reino de Dios”. Si ya nacimos una vez ¿Cómo podemos nacer de nuevo? Eso fue lo que le preguntó nuevamente Nicodemo; el Señor responde “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios” (Juan 3:5). Dios establece dos cosas:

1- Que si naces “de agua”, necesitas nacer de Espíritu. La señal de nuestra llegada al mundo es cuando se “rompe la fuente” de la madre; eso es nacer del agua, o más específicamente, del liquido amniótico. Pero eso no nos hace hijos de Dios, solo criaturas de Él, recordemos que la creación fue hecha en santidad y Satanás la pervirtió, por tanto el pecado pasó a todos los hombres desde Adán, ya no a la imagen del creador, sino que a la imagen del primer hombre (Génesis 5:3, compare con lo que dice Génesis 5:1). Si Dios no puede ver el pecado, no nos tendrá en el cielo a menos que seamos limpio de toda maldad.

2- Para ser limpios de todo pecado, necesitamos nacer de nuevo ¿Qué es eso? “¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?” fue lo que le preguntó Nicodemo a Cristo. Este nacimiento no es físico, es Espiritual. “Dios es Espíritu, y los que le adoran, en espíritu y verdad es necesario que adoren” (Juan 4:24). ¿Cómo se produce un Nacimiento Espiritual? Reconociendo de corazón dos cosas: Que somos pecadores y que solo en Cristo hay perdón de pecados. Es por eso que los cristianos no nos cansamos de decir que solo en Cristo hay salvación, porque “Él es el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6). Por tanto, queda establecido, que para venir a ser llamados Hijos de Dios hay que tener un acto de arrepentimiento de nuestros pecados, reconociendo a Cristo como nuestro único camino al perdón y la salvación. “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo” (Romanos 10:9)

Es por eso que no todos los que dicen “creer” en el Señor son hijos de Dios. Los fariseos también creían en Dios, sin embargo Cristo les llamó “Hijos del Diablo”, porque los deseos de su padre querían hacer (Juan 8:44). Pero “Mas, a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio poder de ser hijos de Dios” (Juan 1:12). Solo serás llamado HIJO, si le recibes en tu corazón, creyendo solo en su nombre y en nadie más.

Me pregunto ¿Por qué se quiere identificar a “todos” como hijos de Dios? En el caso del candidato era claro: Para avalar el matrimonio homosexual y ganarse los votos de ese sector. Pero Dios es claro; “Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es” (Juan 3:6). Algunos quieren dejar que cierto sector viva en la carne.

Todos somos criaturas de Dios, pero no todos somos hijos de Dios; porque los hijos de Dios no andan según la carne. “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (1 Juan 2:16-17).


Pastor Marcelo Valdés

jueves, 12 de noviembre de 2009

Avivamiento


Mirando al cielo 46


“¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?” (Hebreos 2:3)
Hablemos de avivamiento.Existe un elemento natural en el hombre que es degradante, que lo corrompe, lo hace despreciable y que lo rebaja a niveles casi animalescos; ese elemento se llama pecado. Este principio natural hace que el hombre no busque el antídoto para tan despreciable enfermedad; ese antídoto se llama Salvación. Es el pecado el culpable del rechazo a tan maravilloso remedio, el responsable de apartarlo del único medicamento capaz de curarlo, que aún teniéndolo ante sus propias narices, olfateando su perfume de regocijo y paz, no lo bebe.
Nosotros, los cristianos, habiendo tomado el remedio de la Salvación, hemos pasado de muerte a vida y sabemos que esa salvación está en Cristo y estamos seguros en su salvación, porque no hay manera, siendo sellados por su mismo Espíritu, de que nos abandone. Sin embargo ese principio natural que viene actuando en nosotros desde antes, el pecado, animará a nuestros miembros a descuidar tan precioso regalo, y por ende inutilizar el precioso antídoto llamado salvación, para que este no se propague a otros.
¡Esta acción es contraria al avivamiento!
Existe otra ley natural; es el principio de la Biogénesis que postula que “La vida solo proviene de la vida” y que se opone a la generación espontanea. Esto concuerda plenamente con la Palabra de Dios “El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al hijo de Dios no tiene la vida” (1 Juan 5:12) (Juan 10:10).
Por tanto la vida plena solo está en Cristo y jamás habrá avivamiento en el mundo sino está Cristo mismo trabajando en los corazones de sus hijos, los que han probado el antídoto de la Salvación para que propaguen el mensaje que da vida a toda criatura.
¡Esto es avivamiento puro!
Por tanto:
1- En el mundo no habrá avivamiento, porque ellos no tienen vida y no pueden producir algo de lo que carecen. No encontraras vida ahí, no existe vida ahí, porque no se ha nacido de nuevo.
2- El avivamiento solo se produce en los que tienen vida, porque han creído en el dador de vida. Y nosotros somos los responsables de ser luz en las tinieblas, ser agua en el desierto, sal en la tierra, verdaderos vivos en lugares de muerte.
3- Por tanto, solo “avivando ese fuego que hay en ti”, ese haz de luz que ilumina tu interior, el Espíritu Santo que abraza tu corazón, producirás verdadero avivamiento; primero en ti, para ser llevado por Dios a los lugares donde se carece de tal vitalidad, donde reina la muerte, para ganar luego a otros de estos funestos territorios y llevarlos a la esfera de la vida que es Cristo y para que estos ganen a otros, ya sean de los mismos terrenos u otros que Dios tenga preparado para ellos.


Pastor Marcelo Valdés Ortega

miércoles, 4 de noviembre de 2009

¿Quien es Cristo? ¿Estas preparado para presentar defensa?


Mirando al cielo 45
“El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?” (Mateo 16:15)
¿Existe Dios? ¿Existió Jesucristo? Y si existió ¿Era la verdadera persona que decía ser? ¿Era Dios? ¿O fue profeta, revolucionario, mentiroso o loco? Muchos responden a estas preguntas definiéndose bajo conocimientos preconcebidos. Cuando la vida nos a guiado por definidos senderos en cuanto a creencias, desde pequeños adoptamos esa “fe” y la hacemos parte de nosotros, anotándolas en la lista de dogmas que no necesitan cuestionarse. Por tanto, si yo fuese enseñado desde pequeño en la “fe” Musulmana diría: "si, Jesucristo existió, pero solo es un profeta, no Dios"; al contrario, si hubiese sido criado en la “fe” budista o conceptos metafísicos orientales diría: "Jesucristo fue un hombre excepcional que llegó a la plenitud de su evolución, su Nirvana"; si hubiese sido la “fe” en mí, en el “yo” como el supremo guiador de mis ideas y fe, diría: "Solo fue un hombre, revolucionario tal vez, pero solo un hombre; también yo podría serlo con esfuerzo"...
Muchos respondemos a estas preguntas, cuando nos la hacen, o cuando nos la hacemos, de acuerdo a conocimientos ya adquiridos. Depende de que nos digan, que escuchamos, miramos o leemos. Por ejemplo, si en ese momento hubiésemos sido impactados con el libro “Caballo de Troya”, tal vez diríamos que Cristo fue un extraterrestre de una civilización avanzada; si hubiésemos estado influenciados por textos de Isaac Asimov es muy probable que dijésemos que Cristo es un mito creado por el hombre para responder fácilmente a preguntas difíciles; si Lobsang Rampa fuese nuestro gurú entonces creeríamos que fue un ser reencarnado. Si creyéramos a ciegas en Dan Brown y su “Código Da Vinci”, entonces creeríamos que el Santo Grial es el descendiente de Cristo que tuvo con María Magdalena, y partiríamos a buscarlo. Muchas de las respuestas son basadas en conocimientos preconcebidos y muchas veces no es la investigación seria la que define nuestra creencia. Simplemente creemos lo que creemos y no lo cuestionamos.
También esto es para nosotros los cristianos ¿Cómo respondemos a estas preguntas? Es obvio que las respuestas del pueblo de Dios son acorde a lo que el Dios de la Biblia nos enseña respecto de Él y de la persona de Cristo, pero ¿Lo creemos porque “si” no mas? ¿Por qué fue lo que Papá y Mamá nos enseñó? ¿Cómo defenderíamos esta “fe”? ¿Cómo nos responderíamos o como responderíamos al resto? “estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros” (1 Pedro 3:15) ¿Estamos preparados o solo creemos por que es mas cómodo no cuestionar?
¿Es nuestra fe razonable? Si; no es la idea loca de un loco que un día se quiso erigir como Dios. No es la idea de un mentiroso que quiso sacar provecho de la gente y morir en la cruz por ello. No es la idea de un profeta, porque nunca afirmó ser uno; Él afirmo ser Dios, y lo demostró con su testimonio, sus milagros, su resurrección, sus enseñanzas y su legado: la iglesia. Lo demuestra la historia, la ciencia y la multitud de gente que, usando de esta fe razonable, ha cambiado sus vidas para bien de ellos mismos y de la humanidad.
¿Qué quien digo que es Cristo? Yo digo que Él es Dios y solo en su persona hay salvación y verdadera conversión. Y no estoy loco, ni soy un fanático religioso. Soy un verdadero creyente que ama al Salvador.
Pastor Marcelo Valdés

miércoles, 28 de octubre de 2009

Luz y Tinieblas



Mirando al cielo 44
Algunos moraban en tinieblas y sombra de muerte, aprisionados en aflicción y en hierros, Por cuanto fueron rebeldes a las palabras de Jehová, Y aborrecieron el consejo del Altísimo. (Salmos 107:10,11)
Estar sin Cristo es estar en tinieblas y sombra de muerte; Y ese es su destino final: un lugar de tinieblas y sombras, si no vienen al dador de la vida. La Ley fundamental de la Biogénesis es que la vida solo proviene de la vida y no puede lo inorgánico generar vida orgánica. Así también, la vida natural de las personas no puede entrar al mundo Espiritual si no nace de nuevo, hay que nacer Espiritualmente; “El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida” (1 Juan 5:12). Dios es el gestor de la vida tanto orgánica como espiritual. Y es una verdad Científica y Espiritual.
Por contraparte existe el mundo espiritual opuesto a Dios comandado por Satanás, quien quiere que la gente venga a su reino de tinieblas y muerte. Por tanto existe una guerra espiritual. Es por eso que no debe llamarnos la atención como muchos “que no han nacido de nuevo” se hacen parte, por desconocimiento o no, de lo que este ser maligno promueve. Y ahora exportado y auspiciado por el mismo Belial, quien está atareado en promover su día especial llamado Halloween; Y cuenta con las huestes demoniacas que por todo el mundo, haciendo sus “puerta a puerta”, cual político en tiempos de campaña, para mostrarles los beneficios de un día que debiera considerarse especial: disfraces, dulces, comercio, incremento de ganancias en el comercio, calabazas adornadas, fiestas, niños bromeando alegremente, gente repartiendo dulces “aprendiendo a dar”, casi siendo buenos en la noche mas oscura.
Pero los demonios hacen lo suyo; los que están sin Cristo también; Pero jamás los hijos de Dios, aquellos que están en “vida nueva”. Porque entendemos la naturaleza de dicha festividad y sabemos que detrás de las simpatías diabólicas hay una promoción de tinieblas y oscuridad.
Por ahora el pueblo Evangélico, los que promueven las buenas nuevas, (esa que dice que hay vida en Cristo) debemos ocuparnos en celebrar lo que ahora Dios se ha dignado a otorgarnos vía legal: El Día del pueblo protestante. Un Día donde debemos recordar a aquellos que fueron mártires por querer propagar esas buenas nuevas, donde debemos reflexionar sobre la vida espiritual que transforma vidas, donde debemos alegrarnos y ser agradecidos con Dios por permitirnos habitar un país libre donde podemos desarrollar nuestra fe. Este 31 de octubre es un día especial; un día donde la luz de Dios también se manifiesta, versus las tinieblas que se cierne sobre aquellos que insisten en vivir en oscuridad.
Un abrazo fraterno para aquellos que habitan en la luz de Cristo.
Pastor Marcelo Valdés

jueves, 22 de octubre de 2009

Otro articulo sobre el Halloween


Mirando al cielo 2

Este 31 de Octubre estamos pronto a celebrar un festivo mas, pero esta vez es en reconocimiento al pueblo Protestante. El mundo “Evangélico”, los que promovemos el evangelio de Cristo (Las Buenas Nuevas), debemos estar contentos por este histórico reconocimiento de parte de nuestras autoridades, que con este hecho reconocen la importancia de las iglesias y su gran desempeño social y espiritual. Es un día para festejar y espero que se haga con reflexión espiritual.

Pero paradójicamente este mismo día muchos celebrarán, ya cayendo la noche, y por otros motivos, un día que jamás ha sido patrimonio de nuestra cultura, pero que se está enraizando en el colectivo de muchos. Me refiero al día de Helloween, también llamada noche de brujas, y conocido en otros lugares como día de los espíritus, y que coincidentemente es la víspera del día de los muertos (1º de Noviembre). Muchos, en especial los pequeños, con disfraces de miedo, evocando nuestras peores pesadillas, saldrán a pedir algún caramelo so pena de algún hechizo o mal. Seremos puestos a prueba por peques “infernales” que calmaran su furia con algún dulce: o sea, dale lo que quieren o te reventaran con una treta.

Las iglesias cristianas, portadoras de la luz de Cristo, celebran el mismo día que aquellos que adoptan simpatizar con lo oscuro, en un hecho que para algunos es anecdótico, pero que para nosotros tiene relevancia nacional y espiritual; ¿Por qué? Primero, porque Halloween representa lo opuesto a Cristo; segundo, porque nunca fue parte de nuestro patrimonio cultural y no representa ninguna tradición nacional; tercero, porque es “la cara simpática” del tétrico mundo de los espíritus; cuarto, porque es un movimiento comercial que beneficia a algunos pocos y quinto, porque, mientras unos lo celebran inocentemente, en otros países se festeja con atrocidades.

Esperamos que aquellos padres que adoptaron el lado oscuro de la fuerza apoyen, con las mismas ganas, a sus hijos cuando se les pida algún traje típico o algún material para la escuela, o alienten al niño a participar de las actividades con entusiasmo y usen del mismo ingenio para fiestas de disfraces o talleres teatrales o deportivos. Porque muchas veces para la escuela solo hay quejas y Halloween se lleva la simpatía y energía (y el dinero también) que debiéramos verter en la educación de nuestros hijos. Muchos dirán que es inofensivo, pero más inofensivo y beneficioso es preocuparnos de la enseñanza de nuestros niños que gastar energía en la última novedad norteamericana.

Espero que podamos celebrar, este 31 de octubre, mirando al cielo.

Pastor Marcelo Valdés

Iglesia Bíblica Bautista del Sur

Halloween no es de Cristianos.


Mirando al cielo 43

“No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos” (Deuteronomio 18: 10-11)

“Treta o trato” es la frase celebre la noche del 31 de octubre, en la celebración del Halloween. Según el diccionario, la treta es el artificio sutil e ingenioso para conseguir algún intento; y en el intento de querer conseguir lo que se pide, no falta el ingenio de las personas que con arte y oficio (artificio) presionan para que caiga un dulce o un caramelo. Los disfraces son la herramienta simpática para obtener logros, despertando sonrisas en los intimidados, quienes ya están preparados para repartir el sagrado premio a diablillos, hadas, duendes, príncipes o mortales seres del mas allá. Es una fiesta inocente dicen algunos; es solo un momento simpático dicen otros, que no hace mal a nadie... por ahora.

La fiesta de Halloween nunca fue patrimonio cultural de nuestra patria ¡mucho menos del pueblo cristiano! Fue patentado por los celtas y promocionada por sus sacerdotes, los Druidas que eran “verdaderos adivinadores”, que es el significado del nombre, quienes hacían sacrificios humanos y de animales para consultar con los muertos. Se creía que los espíritus salían la noche del 31 de octubre (último día del año celta) para obtener beneficios de los mortales y estos les ofrecían algo bueno para aplacar su ira y contar con su beneplácito. Este rito se junta con la “fiesta de la cosecha” celebrada por los Romanos en honor a “Pomona”, diosa de los frutos el 1 de Noviembre, dándole características de “dulce y agras” al festejo. Obviamente esta celebración pasó de Europa a Estados Unidos por los inmigrantes que mantenían esas costumbres y en tiempos actuales, encontraron en el Marketing un aliado para promover su fiesta y perpetuar su visión de lo espiritual. El comercio se ha encargado de darle ese toque mágico que encanta a los niños y que seduce a los padres, convirtiendo hasta pasillos completos de supermercados en verdaderas vitrinas del dulce sabor del horror.

Las conocidas atrocidades que suceden en esta noche en diferentes lugares de Europa y EEUU, no son motivo de celebración para aquellas familias que han perdido un ser querido o una mascota regalona. No hace más de dos o tres años pasó algo similar en una fiesta de Halloween acá en Chile con una estudiante de la universidad Austral de Valdivia.

Sea paradójico o no para algunos, justo el día en que muchos en este país adoptan esta celebración, otros celebran un hito importante y que recién es reconocida por las autoridades en Chile: y es el día del pueblo Protestante o Evangélico. Para mí, más que paradójico es simplemente el deseo de Dios de darnos la oportunidad a los cristianos de celebrar lo realmente importante y trascendente, como lo son las cosas ESPIRITUALES y no ESPIRITISTAS. Que Dios entonces te vea en lo Espiritual y no en lo pagano, por muy simpático y comercial que sea.

Pastor Marcelo Valdés

jueves, 20 de agosto de 2009

Los que buscan a Jehová

Canción del disco "La verdad de amar"


domingo, 16 de agosto de 2009

Soberano

Hillsong

¿A quien consultas?


Mirando al cielo 24

“Así murió Saúl por su rebelión… porque consultó a una adivina y no consultó a Jehová” (1Cronicas 10:13,14)

No importa si usted o yo somos reyes, presidentes, ricos o humildes y comunes. Dios termina poniendo su mano sobre todo aquel que conociéndolo, determina desconocerlo acudiendo a lo que el condena terminantemente. El primer Rey del pueblo de Israel, ante la falta de la voz de Dios por causa de su desobediencia, decide acudir a una adivina en Endor, para hablar con los muertos, en este caso con el profeta Samuel, que había fallecido hacía poco. Estaba desesperado por contar con el favor de Dios ante el ataque de sus enemigos que olvidó acudir a él directamente, doblando su rodilla y tragándose su orgullo, y lo hizo por medio de lo que Dios mas condena: consultando una adivina y a los muertos; y como dice su palabra, murió por su rebelión.

Insistir en las cosas condenables por nuestro Señor es ser rebeldes sin causa. Muchas veces se toma este “atajo” por querer contar con los beneficios “espirituales” acudiendo a los espíritus y no a Dios. Y muchos ignoran que están hipotecando su vida, su bendición y su seguridad ¿Por qué? Porque deciden contar con la seguridad de lo mas inseguro y rechazan la seguridad que Dios otorga. Ahora, “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Juan 4:24). Dios necesita que le adores de verdad, solo a él; Dios, un ser real, es el mayor ser Espiritual y recurrir a seres espirituales menores que nuestro mismo Creador es un mal negocio, pues se está apostando por lo menos rentable. Pero ¿Por qué se acude a lo desechado por Dios? ¿Por qué muchos deciden ir a espíritus malignos y demoniacos? Algunos por ignorancia, creyendo que son inofensivos y porque algunas adivinas dicen ser de “magia blanca” (pero no existe el “pecado bueno y el malo”). Otros porque los espíritus demoniacos tienen poder para responder de forma rápida, a veces casi instantánea, pero ¡Ojo! ellos solo trabajan a corto plazo. Dios, que es omnisciente, todo lo sabe (los espíritus demoniacos no lo son), y sabe realmente lo que es bueno para nosotros, nos guste o no. Como el padre que decide lo mejor para su pequeño hijo, entendiendo que el hijo no tiene la capacidad de elegir lo mejor, así Dios sabe si nuestras peticiones son buenas o perjudiciales al corto, mediano o largo plazo. Sin embargo muchos en su desesperación, deciden olvidarse completamente del Salvador de la humanidad y acuden al mal que Satanás controla, a espíritus demoniacos, muchos creyendo que son los espíritus de seres queridos que ya han partido de esta tierra, pero que no es mas que un engaño del Diablo para que muchos, que dicen creer en Dios, lo terminen olvidando. Pareciera que las “huestes espirituales de maldad” hubieran ganado esta batalla, instalando el ocultismo en la televisión, radios y revistas, donde se pone más atención al pronóstico del horóscopo, las cartas u otras hechicerías, que a las promesas del Señor; pero no nos engañemos, Dios no puede ser burlado pues la guerra ya la ganó, ahora solo espera el momento propicio para rescatar a los suyos y sofocar las rebeliones de muchos que han decidido ser parte del bando equivocado. Le invito a unirse íntegramente al bando ganador, al de Dios.

Pastor Marcelo Valdés

marcelo_valdes_@hotmail.com

sábado, 15 de agosto de 2009

LA VERDAD DE AMAR

HOLA Aquí va un vídeo de mi disco "La Verdad de Amar"

No te canses de hacer el bien


Mirando al cielo 26
“Y vosotros hermanos, no os canséis de hacer el bien” (2ª Tesalonicenses: 3:13)

El deber Cristiano es un continuo de buenas obras, de hacer bien a la humanidad, a nuestro prójimo; algo que nunca debe cesar, porque a través del bien, crece el testimonio a nuestro favor, y a favor de la obra de Dios ¡Ellas hablan por nosotros! Si sembráremos bien, cosecharemos bien.
¿Qué es el bien? Es lo que Dios nos hace o haría; el solo pretende nuestro bien. Hacer todo lo que es un deber ético, moral y espiritual, eso es bien, con toda persona, sin distingo. En el verdadero cristiano el bien no mira colores políticos, religiosos, culturales, raciales, o de clases; el bien es para todos. Para hacer el bien, debes revestirlo de motivos puros y elevados y la acción mas pequeña, como darle un pan a un pobre, se convertirá en verdadero maná celestial para aquel que recibe de tu bien. Si fuésemos todos buenos, en Loncoche llovería maná para cada uno de nosotros.
¿Que es lo bueno? En lo social: Cuidar y ayudar al pobre, a la viuda, a los huérfanos, al ignorante, al enfermo, al caído en desgracia y al desesperado. Siempre con una palabra de aliento o una amonestación con buena intención. En lo Espiritual: Predicar lo puro de Dios, enseñar las virtudes de Dios, evangelizar, ministrar las almas en necesidad, amonestar y animar en el Señor, compartir la oración privada y entre hermanos, la alabanza y visitar con motivos puros.
¿Por qué se nos exhorta a hacer el bien? Porque el malo no se cansa de hacer el mal, mas el bueno tiende a cansarse de hacer el bien. Muchos malos han sido sepultados con honra, y muchos buenos han sido olvidados en los lugares donde obraron con rectitud (Eclesiastés 8:10-11) ¿Por qué? Porque el corazón es inclinado al mal ¡Por eso no debemos de cansarnos de hacer el bien! Cuando uno se cansa, se vuelve perezoso o desordenado, “no trabajando en nada” de lo que Dios manda; Cambian lo bueno y sublime del cielo por los deleites del mundo, pues es mas fácil abandonarse a lo malo que resistirlo haciendo bien; Como dijo el poeta: “Lo mas terrible se aprende enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida”. Este tipo de personas, impide el crecimiento del verdadero cristianismo; Desalientan a los que quieren venir al Señor; Son activos en el mundo y perezosos en las cosas espirituales, que son las que permanecen, pues son eternales. Satanás también es activo, constante y diligente como Gabriel; pero uno esta condenado al infierno y el otro esta en el cielo; uno es un Monstruo y el otro un ángel.
Hazte un favor y regálate un bien: ven al Señor y arregla tus cuentas con él, porque si realmente quieres hacer bien a otros, llénate del más bueno, del mejor, y él te dirá como hacerlo mejor.
Al que esta haciendo el bien, le animo a seguir por la misma senda ¡¡Tendrás tu recompensa!! (Mateo 25:21). Al que esta cansado de hacer el bien, lo amonesto en el amor de Dios, a hacer “frutos dignos de arrepentimiento” (Mateo 3:8). A los cristianos ociosos, les mando a que se llenen de buenas cosas, de virtudes santas (2 Pedro 1:5-8). A los que andan desordenadamente, les animo a ¡Temer a Jehová! Para que les vaya bien. (Eclesiastés 8:12-13)
¡No te canses de hacer el bien!

Pastor Marcelo Valdés
Marcelo_valdes_@hotmail.com

Amar lo dificil es lo que Cristo espera


Mirando al cielo 32

“Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?” (Mateo 5:46-47)

La palabra Amor es la que mas se usa en todas las lenguas del mundo. Es la palabra que encierra más significado que cualquier otra palabra y es sobre la que más se escribe, se canta y se refleja en imágenes. Todos quieren “amar”, todos quieren ser “amados”, siempre se reparte “amor”, siempre se recibe “amor”, por que el amar esta enraizado en el ser humano, por que es una facultad Divina que la hemos hecho humana.
El amor está definido como un sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo. No solo se siente, sino que se vive, porque se alimenta y nos alimenta, se cuida para que no marchite y nos anima y nos ayuda para animar a otros.
En la Biblia se habla de la palabra amor de tres maneras distintas. Primero está el amor “Filial” que en el griego servía para definir el amor fraternal, como el amor a los padres, a los hijos, a los amigos y hermanos. Similar amor sintió Cristo por Lázaro, por el Apóstol Juan, reconocido como el discípulo amado, y por su madre María. Es un amor “de corazón”, entrañable. Dios nos anima a amar de esta manera a nuestros seres queridos.
También esta el amor “Eros”, que es el amor “erótico”, el amor entre los sexos, sensual, carnal. Es un amor de “cuerpo”, un amor físico, un amor basado en el placer. Dios nos anima a amar de esta manera solo a nuestra esposa (o esposo).
También esta el amor Ágape: esta es la palabra que nos interesa. Sale más de 120 veces y 130 su verbo (Agapan) en los idiomas originales. Significa amor trascendental, amor posible e imposible. Es el amor de Dios sobre los hombres, el de Cristo por la humanidad, el de los verdaderos cristianos por los perdidos ¡este es el amor que se nos pide, pues es del que mas se habla en la Biblia!
El amor filial y el amor Eros son fáciles. No es ninguna proeza amar a uno que nos ama, a uno que apreciamos o nos aprecia. Es fácil amar a nuestras parejas, es algo natural, normal ¡Todos amamos así! Lo milagroso del verdadero amor está en que ese amor se puede extender a los enemigos, a los despreciados, a los aborrecidos, tanto por nosotros como por la sociedad. Muchos dirán: “Si quieren amor, que se lo gane”, pero hagámonos una pregunta los hijos de Dios ¿En que minuto nos ganamos el amor de Dios? ¿Qué hicimos para merecerlo? ¡Nada! Porque estábamos muertos en nuestros delitos y pecados (Efesios 2:1) y Él nos amó primero ¡Sin merecerlo!
Fíjese lo que nos dice Cristo: “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos”. (Mateo 5:44-45)
Tal vez muchos no se merezcan su amor, pero si usted es hijo de Dios debiera hacer un esfuerzo por amarlos, quizá partiendo por el perdón. Si aborrecemos, alimentamos el odio y de eso ¡el mundo ya está lleno!
Sería lindo ver un Loncoche más amoroso y tolerante, donde los hijos de Dios no sean causantes del odio o la indiferencia, sino promotores del amor, del amor Agape que Cristo tuvo por nosotros.

Pastor Marcelo Valdés
marcelo_valdes_@hotmail.com

En Cristo no hay diferencias


Mirando al cielo 33

“ …habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,
y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno, donde no hay griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, bárbaro ni escita, siervo ni libre, sino que Cristo es el todo, y en todos”.
(Colosenses 3:9-11)

Para los cristianos Cristo es todo; o por lo menos eso debiera ser. Cuando nosotros, mediante el arrepentimiento de nuestros pecados venimos al Señor, reconociéndolo como el Dios de nuestras vidas, pasamos a formar parte de la gran familia espiritual del Salvador de la humanidad; por eso todos los que estamos en Cristo nos llamamos hermanos, porque las diferencias se desvanecen en su persona. Eso no quiere decir que seremos iguales en todo, no significa que no podamos discrepar en opiniones respecto a distintos temas, pero esas discrepancias o diferencias vienen a ser mínimas comparadas con la igualdad de condición que nos produce el ser de Cristo, porque “Cristo es el todo y en todos”. Ya no hay griego ni judío, porque las diferencias de nacionalidad, de raza, de pueblo, son abolidas. Unos serán de “Derecha”, otros de “Izquierda”, unos de clase social alta y otros de clase social baja, pero en Cristo somos iguales y aunque tengamos nuestras tendencias y diferencias, por sobre todo predomina lo que todo cristiano va a gozar, que es la salvación de nuestras almas; ricos y pobres, grandes y chicos, blancos y negros gozaran de los beneficios de Dios ¡Si ponemos la fe en el salvador!
En la iglesia de Cristo, las barreras de cualquier tipo quedarían todas derribadas si tan solo Cristo fuera el centro de nuestras vidas, no solamente de nuestra adoración. En Cristo no hay nacionalidad, no hay ley ceremonial, tradiciones religiosas, barreras culturales, no hay raza, no hay clases sociales, que no puedan vivir en comunión. ¿Por qué? Porque en Cristo somos todos uno, somos su iglesia, su novia, hijos del Dios altísimo ¡Porque Cristo es el todo del cristiano!
Para que esto suceda, Cristo debiera ser el centro de nuestra adoración, acción y razón. Como dijo San Agustín: “Cristo no será apreciado del todo mientras no sea apreciado sobre todo”.
Cuando nos vean realmente amando al Dios de vida, daremos vida, libertad e igualdad.

Pastor Marcelo Valdés
marcelo_valdes_@hotmail.com

martes, 21 de julio de 2009

Un dios demasiado personal no es el Dios de la Biblia



Mirando al cielo 31

Dios me salvó solo a mí, cuando yo le acepté como Señor de mi vida, y a nadie más, porque la salvación es personal. No involucra a ninguna otra persona que no sea mi conciencia y Dios. Y todo aquel que quiera ser salvado por la gracia de Cristo, debe tomar una decisión personal. Por eso, si yo decido ser “seguidor” de Dios, si me creo “su hijo”, si decido ser un “discípulo” real, entonces tendría que intentar vivir de acuerdo a lo establecido por Él, de lo contrario los calificativos anteriores no tendrían asidero en mí y vendría a ser solo un simpatizante y nada más.
Hoy se está cayendo en el error de sentirse “seguidor”, “Hijo”, “Discípulo” siendo un simple simpatizante, por la sencilla razón de que muchos quieren a ese Dios personal para “acomodarlo” a su persona. El Dios personal es reconfigurado y adaptado a la persona, por lo que no son transformados, porque el verdadero hijo se adapta a la persona de Dios. Estos simpatizan con el concepto “Dios” pero no simpatizan con gran parte de sus ordenanzas, buscando excusas legales para dejar sin efecto lo que su Palabra declara o simplemente las ignoran; “Dios es mi amigo y consejero, pero yo manejo mi vida” dicen algunos. Otros dicen que Dios es solo parte de sus vidas, no la vida misma. Bíblicamente eso es incorrecto, porque cuando Dios es el salvador de nuestras vidas el debe ser el que las gobierne.
Cuando las instituciones establecidas por Dios se pisotean, como la iglesia o el matrimonio, no respetándolas y menos creyendo en ellas, pero se quiere a Dios que nos proteja espiritualmente o proteja a nuestros hijos, estamos en presencia de simples simpatizantes y no verdaderos seguidores de Dios. Estos son los que hacen del único Dios diversos dioses, según la conveniencia de cada uno, creando dioses super-personales, que no vienen a ser más que una caricatura del verdadero Dios de los cielos. Usan textos bíblicos pero no creen en la totalidad de las Sagradas Escrituras, van a las iglesias pero no se someten a ella y a sus ordenanzas, creen en la familia pero no en el matrimonio, creen en los hijos pero apoyan el aborto, no son promiscuos pero tienen relaciones pre-matrimoniales con su novia, tienen bien definida su sexualidad masculina o femenina pero creen y apoyan un tercer sexo; usan poleras cristianas, escuchan música cristiana, ven programas cristianos pero no son mas que simpatizantes; porque cualquiera que diga que es un hijo de Dios ¡debe andar como Cristo anduvo! (1Juan 2:6)
La pregunta para nosotros es ¿Qué somos? ¿Simples simpatizantes o verdaderos hijos del salvador de nuestras vidas?
Si somos hijos nos regocijaremos en la obra redentora de Cristo y nos deleitaremos en su Palabra porque “Bienaventurado el hombre que teme a Jehová y en sus mandamientos se deleita en gran manera” (Salmos 112:1)

Marcelo Valdés
marcelo_valdes_@hotmail.com

Para llegar al cielo no hay que obrar nada, solo recibir.


Mirando al cielo 30
“Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús”
Romanos 3:23-24

¿Sabia usted que para llegar al cielo no podemos hacer nada? No hay nada ni nadie que nos permita la entrada al cielo y para estar con Dios solo se necesita su misericordia y su Gracia. Nosotros los hombres estamos impedidos de la vida eterna por causa del pecado que habita en nosotros y Dios no puede ver el pecado, por eso estamos “destituidos de su gloria”.
Pero definamos “pecado”: es lo que Dios no haría, diría o vería. Dios no “ve” el pecado, no “dice” y no “hace” pecado; porque él es santo, tres veces santo. Su creación fue perfecta, pero por causa de la desobediencia, entró el pecado en un hombre llamado Adán, y por ende, el pecado pasó a todos los hombres. Es por eso que usted y yo somos pecadores porque muchas veces hemos “hecho”, “dicho” y “visto” lo que Dios no se hubiese permitido, por causa de su santidad ¿no es cierto? Todos hemos pecado, y ya sea la mas insignificante de las transgresiones que hubiésemos cometido, Dios no toleraría tal pecado. Tampoco se trata de ser menos “malos” a los ojos de la sociedad, sino de ser santos a los ojos de Dios ¿y quien lo es? Nadie en esta tierra, solo Dios.
Entonces, si estamos destituidos de su gloria y si todos somos pecadores ¿Cómo llegar al cielo? Como ya dije, por la misericordia de Dios. Y a eso se le llama “Gracia”, un don, un regalo, algo “no merecido”: “justificados gratuitamente por su gracia”.
¿Recuerda usted a la adultera? Todos la querían apedrear, pero Cristo dijo “el que esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella” (Juan 8:7). ¿Quién la lanzó? Nadie, pues todos eran pecadores. La ley (que es perfecta) decía que debía ser apedreada, y todos se sentían con el derecho de hacer cumplir la ley. Sin embargo el único que podía lanzarla, el que estaba libre de pecado, Jesucristo, no lo hizo y le dijo: “¿Ninguno te condenó?... Ni yo te condeno; vete, y no peques más”. Eso es Gracia, eso es misericordia, eso es un regalo inmerecido.
Si usted tiene todo el deseo de ir al cielo después de su muerte, sepa que no debe hacer nada, solo aceptar el regalo de salvación ¿sabe cual es? Reconocer al salvador, Jesucristo, aceptarle como el único mediador entre Dios y los hombres, ya que ese es el único camino al cielo. Y si usted le aceptó como su salvador, no le añada nada a la “Gracia” de Dios, pues su obra es completa.
La Gracia de Dios es un regalo del Misericordioso y hacemos muy bien en vivir bajo la gracia salvadora y liberadora de Cristo, “porque por gracia somos salvos, por medio de la fe… no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9). No hay obra que podamos hacer para vivir con Dios, porque él ya obró perfectamente extendiéndonos su gracia salvadora. Ahora solo nos toca vivir bajo esa gracia, confiando en Cristo, y no le añadamos nada a esa salvación; no agreguemos días especiales para guardar, porque todos los días son de Dios; no nos abstengamos de ciertas comidas, porque todo se santifica en Dios; no impongamos vestiduras exclusivas, sino ataviemos el corazón; no seamos legalistas, porque la ley fue clavada en la cruz del calvario. Vive la gracia liberadora de Cristo y vivirás lleno de gozo.

Pastor Marcelo Valdés
Marcelo_valdes_@hotmail.com

martes, 7 de julio de 2009

Obedecer es estar a la cabeza y ser feliz


Mirando al cielo 29
“Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo, si obedecieres los mandamientos de Jehová tu Dios, que yo te ordeno hoy, para que los guardes y cumplas”
Deuteronomio 28:13


Estar a la cabeza es estar a la vanguardia de cualquier cosa. Y eso es lo que la palabra de Dios nos promete; ser parte del puesto de avanzada, primero en posición, adelantado a los demás, es lo que nos espera si obedecemos sus mandamientos. Ya sea artístico, intelectualmente, política o ideológicamente, en la escuela, en el trabajo, en el vecindario, en el deporte, con los amigos o los enemigos, en nuestra ciudad, donde andemos, Dios nos pondrá por cabeza y no por cola. No se trata de ser mas ricos o ser de clase más alta como muchos enseñan por ahí (aunque es una posibilidad, si el Señor así lo estima), pues se puede estar a la cabeza siendo humilde, en un trabajo común, en el ejercicio de algún oficio y en todo lo mencionado anteriormente; Cristo fue grande siendo humilde. Seremos exitosos, pero no como el mundo lo ve, sino como Dios lo quiere. Estar a la cabeza es parte de la felicidad.
¿Pero como seremos felices estando a la cabeza? como Cristo dice en el sermón del monte, siendo “Bienaventurados” (Mateo 5:1-12). Y como dice la Escritura al comienzo, si estamos dispuestos a obedecer la Palabra de Dios, seremos bienaventurados, felices. Partiremos reconociendo que somos “pobres en espíritu” y eso nos pondrá a la cabeza “porque de ellos es el reino de los cielos”. Reconocer que no somos nada sin Dios y que lo tenemos todo con Él nos pondrá a la vanguardia, y no como muchos que poseen y creen que no tienen necesidad de nada, pero que no son mas que unos “desventurados, miserables, pobres, ciegos y desnudos” (Apocalipsis 3:17).
“Bienaventurados los que lloramos”: nos ayudará a estar a la cabeza, pues la tristeza que produce el pecado nos hace arrepentirnos de lo malo y acercarnos al único que puede perdonar pecados, Cristo. “Bienaventurado los mansos”, porque solo los mansos se someten a Dios. “Bienaventurado los que tienen hambre y sed de justicia” nos hará ver las injusticias en los demás ¿Qué mas grandeza que esa? “Bienaventurados los misericordiosos” nos hará mirar con compasión a los demás. “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios” ¿Ver a Dios no es un privilegio? Un privilegio que solo está reservado para los que están a la cabeza, los que obedecen. “Bienaventurados los pacificadores”; si logramos, como el gran Martin Luther King, estar a la cabeza de las grandes causas pacíficamente y con Cristo, seremos llamados hijos de Dios, un puesto de honor, porque solo los hijos de Dios buscan la paz que solo Dios sabe dar. “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia”; mientras muchos son perseguidos por sus fechorías, ya es vanguardista ser perseguidos por justos, como Cristo, que sin tener pecado, fue condenado. “Bienaventurados los que son vituperados por mi causa” (Criticados, reprendidos, censurados); cuando se nos critica por querer obedecer a Dios no significa que estemos “dentro del closet”, que seamos anticuados, que no comprendamos la sociedad actual, que no miremos hacia adelante, pues los que estamos por cabeza miramos hacia el cielo, somos conservadores porque Dios nos manda a conservar su Palabra, y los que están “arriba” y no “abajo” no son los que tienen que explicarle al mundo sus conductas ¡es el mundo el que tiene que explicarle sus bajas conductas a Dios!.. Pues es el mundo el que está por cola. Y créame, esa cola será larga cuando grandes y pequeños estén cara a cara con Dios explicando porque te pusiste por cola desobedeciendo, y no por cabeza, obedeciendo.

Pastor Marcelo Valdés
Marcelo_valdes_@hotmail.com

martes, 30 de junio de 2009

El Rey Midas


Mirando al cielo

“Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” (Marcos 8:36)

Michael Jacsón murió, y eso a muchos sorprendió. Muchos conocimos el comienzo, auge y decadencia del llamado “Rey Midas” del pop, el hombre que siempre quería vivir; el hombre con mente de niño, el “Piter Pan” de este mundo y que creyó en “el país de nunca jamás”, terminó sus días en esta tierra, y nada de lo que logró amasar, o la popularidad que logró levantar, pudieron con la muerte, que se cierne sobre todos los hombres. Muchos fueron sorprendidos por su partida, porque muchos tal vez creyeron en su inmortalidad. ¿Debiéramos estar tristes? Yo creo que sí, muy tristes, por lo siguiente:

No hay riquezas que puedan entregarnos la inmortalidad. No existe la fuente de la juventud y no hay forma alguna de eternizarnos en esta vida. Somos solo vapor, porque nacemos y morimos y tenemos un destino que dependerá de la elección que hagamos de Dios, aquí en la tierra. Y por muy celebres que seamos, llegará un día en que tendremos que dar cuentas a Dios por nuestra fe y por nuestros actos. No es el dinero y la fama el camino al cielo, no son las extravagancias o las excentricidades las que nos abrirán las puertas a lo eterno, no hay nada que podamos hacer para seguir con vida aquí, y solo una cosa la que debemos hacer para la eternidad celestial y nada mas, que es creer en Cristo, el Salvador. “Desnudo llegamos y desnudo nos vamos” dijo Job y esa verdad es inquebrantable porque a Dios no le interesan los tesoros de este mundo como para ofrecérselos, a él solo le interesa nuestra alma, que es el mayor tesoro, por eso mandó a su hijo y morir por nosotros. El dice “haced tesoros en los cielos” y no en la tierra, (Mateo 6:20) porque la riqueza en este mundo generalmente genera corrupción. Ni todo el imperio que el Rey del pop tenia podía darle un minuto mas de vida de lo que Dios dispuso; tampoco nosotros podemos alargar nuestros días ofreciéndole riquezas a Dios, porque el no se agrada en las fortunas de este mundo, el solo se agrada de la riqueza espiritual que es lo que alimenta lo que mas anhela Dios de nosotros, nuestra alma.

¿Por qué estar tristes? Porque Michael era una persona que puso mucha fe en sus riquezas para vivir, y no en aquel que es rico en todo para dar vida. Porque era un alma por la cual también Cristo murió, pero que, al parecer, eso a él no le importó. Porque muchos quisieran vivir o ser como él, pero solo lograrían un igual destino. Porque solo hay dos destinos, el cielo y el infierno y si él no puso la fe en Cristo antes de morir, ¡no esta con Dios! Y eso a Dios le entristece. Porque son muchos los que dirán que “siempre estará con nosotros a través de su música”, pero que con el tiempo lo olvidarán; recordemos las palabras de John Lennon, de los Beatles, quien dijo: “somos mas populares que Cristo”, pero resulta que Cristo es eterno, esta vivo y tiene una historia de mas de dos mil años y Lennon cada día pasa al olvido y su alma ¿Dónde está? Con Michael será igual y solo será historia, como muchos de nosotros, que algún día partiremos, porque nadie en esta vida es eterno, y tarde o temprano estaremos frente a Dios.

La pregunta es ¿Dónde partiremos? ¿Será donde el alma vive eternamente? ¿O será a una condenación eterna? Depende donde pongamos nuestra fe: si en ganarnos todo el mundo y sus riquezas o en recibir la salvación que es en Cristo Jesús. Dios quiere lo último, pues hizo todo para que vivas eternamente sin pagar un peso, por que Cristo pagó por ti.

Y nunca olvidemos que “a Rey muerto, Rey puesto”. Otro ocupara nuestro lugar en esta vida, todos somos prescindibles, solo para Dios somos realmente importantes.

Pastor Marcelo Valdés

marcelo_valdés_@htmail.com

jueves, 23 de abril de 2009

¿Que es el matrimonio?


Mirando al cielo 19


“Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios” (Hebreos 13:4)

¿Qué es el matrimonio? Es una institución establecida por Dios, la primera. Esta fue fundada en tiempos donde no operaba el pecado, cuando Adán y Eva aún no desobedecían. Las expectativas por tanto eran altas; la unión de dos seres que se convierten en uno solo podía ser ideada por Dios. De ahí nace la expresión de amor más humana y divina, o la expresión humana más amorosa y celestial. Pero la entrada del pecado por causa de la desobediencia, así como desvirtuó toda la creación, también lo hizo con esta institución. Satanás ha querido debilitar y hasta ridiculizar el matrimonio y todo aquel que está lejos de Dios termina teniendo un concepto distorsionado de él: que es un paso innecesario, una mera formalidad, que da autoridad para enseñorearse (hasta los golpes) de la mujer y los hijos, que es la excusa perfecta para celebrar una gran fiesta, que solo los tontos lo hacen, que hay mejores maneras de vivir, como el convivir o en relaciones libres. En la antigüedad se desvirtuaba el matrimonio con enlaces múltiples, donde el marido podía tener varias esposas. Todavía se practica tal aberración en algunos lugares de nuestro país. Pero el deseo de Dios fue claro: “por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”. No dice “se unirá a sus mujeres”. Muchos alegan que Abraham, Moisés, Jacob, etc. tuvieron mas de una, pero si usted analiza mas el contexto bíblico, se dará cuenta que siempre hubieron grandes problemas por causa de tener matrimonios a la “idea del hombre” y no de Dios.
No perdamos de vista que la vida matrimonial es la base fundamental de la familia, y la familia el refugio perfecto para ser edificados en lo moral y espiritual. Un buen matrimonio crea una buena familia y buenas familias hacen buenas iglesias, buenas ciudades, buenos países. Debiéramos ver el matrimonio como la corona del amor, la expresión más alta de un verdadero enamorado, quien no teme al enlace ni al “si” en el altar, pues está bien consciente de que amar de verdad es un compromiso de vida. Para quienes ven el “certificado matrimonial” como una falacia para débiles, déjeme decirle: más débil es aquel que no es capas de comprometer su amor a través del matrimonio y ofrece la efímera idea de una relación superflua que en cualquier momento puede disolver. Para quienes ven en la fornicación y el adulterio las formas entretenidas de la vida, déjeme decirle: el gozo de un momento no se compara al gozo de una vida centrada en lo que Dios estableció; ese gozo momentáneo trae consecuencias devastadoras como embarazos juveniles no deseados, Bebés abandonados, quiebres familiares, madres solteras, abortos, enfermedades venéreas, Sida, etc. Mientras que el gozo de una vida matrimonial centrada en Dios trae orden, buenos maridos y esposas, buenos hijos con buenos oficios o carreras, responsables y que corren menos riesgo de vivir en adulterio o fornicación. Si queremos un mejor Loncoche, respetemos y enseñemos lo establecido por Dios, y tal vez no tengamos record de embarazos juveniles ni tanto quiebre familiar.


Pastor Marcelo Valdés.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Las malas palabras que Dios no aprueba.


Mirando al cielo 16

“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”.

(Efesios 4:29)

Fui a darme una vuelta por la Expo-Loncoche el día sábado. Aproveché mi salida para pasear en familia y poder disfrutar de las muestras, los puestos de artesanía y servirme alguna cosita rica. Vimos cosas bonitas, unas muy buenas y otras no tanto, pero la diversidad de los expositores hacía interesante la muestra. Además todo era adornado por variados show que animaban a muchos de los presentes; respecto a eso me llamó la atención el dúo humorístico que se presentaría: los Indo-latinos. Quería verlos porque hace un tiempo atrás supimos de la separación del dúo porque uno de ellos se había convertido al cristianismo. Todos sabemos cual era la temática humorística de ellos y la separación en cierta medida se debía a la incompatibilidad de sus “chistes” con la vida cristiana.

Dios nos pide en su palabra que ninguna “conversación obscena” (como lo traduce la “Biblia al día”), salga de nuestra boca. Muchos, en el desenfrenado mundo de hoy, creen que es normal hablar así, que va con los tiempos y que así se expresa la mayoría. He visto como muchos padres celebran a los pequeñitos “hablar como adultos”; también hemos sido testigos de como la televisión, incluido los canales morales, incluyen en su programación “palabras corrompidas” ¡Pero eso no es lo que Cristo quiere! Se imagina si nosotros los pastores nos pusiéramos a la “altura de estos tiempos” (que son muy bajos) y predicásemos la santa palabra de Dios con algún disparate ¡Muchos se decepcionarían! Aún la lógica nos dice que está mal.

Luego de resistir la música del grupo anterior, mis oídos se dispusieron para reír de buena gana ¡pero que decepción mas grande! No había nada de cristiano en las palabras de ellos; no importaba que muchos niños estuvieran en la exposición, al aire libre no funciona la censura o la restricción horaria. Ellos hicieron su trabajo, su viejo trabajo; nada nuevo había en la “nueva criatura”, pues por muy cristiano que se diga ser, sus palabras estaban lejos de la voluntad del padre. Obviamente, tome a mi familia y me retiré, pues es sabio el viejo refrán que dice: “a palabras infecciosas, oídos penicilínicos”; Y para no corromper mi boca y las de mis hijos, es mejor privarle al oído de un ambiente que Cristo no aprueba.

Pastor Marcelo Valdés

Iglesia Bíblica Bautista del Sur, Loncoche.