sábado, 15 de agosto de 2009

Amar lo dificil es lo que Cristo espera


Mirando al cielo 32

“Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?” (Mateo 5:46-47)

La palabra Amor es la que mas se usa en todas las lenguas del mundo. Es la palabra que encierra más significado que cualquier otra palabra y es sobre la que más se escribe, se canta y se refleja en imágenes. Todos quieren “amar”, todos quieren ser “amados”, siempre se reparte “amor”, siempre se recibe “amor”, por que el amar esta enraizado en el ser humano, por que es una facultad Divina que la hemos hecho humana.
El amor está definido como un sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo. No solo se siente, sino que se vive, porque se alimenta y nos alimenta, se cuida para que no marchite y nos anima y nos ayuda para animar a otros.
En la Biblia se habla de la palabra amor de tres maneras distintas. Primero está el amor “Filial” que en el griego servía para definir el amor fraternal, como el amor a los padres, a los hijos, a los amigos y hermanos. Similar amor sintió Cristo por Lázaro, por el Apóstol Juan, reconocido como el discípulo amado, y por su madre María. Es un amor “de corazón”, entrañable. Dios nos anima a amar de esta manera a nuestros seres queridos.
También esta el amor “Eros”, que es el amor “erótico”, el amor entre los sexos, sensual, carnal. Es un amor de “cuerpo”, un amor físico, un amor basado en el placer. Dios nos anima a amar de esta manera solo a nuestra esposa (o esposo).
También esta el amor Ágape: esta es la palabra que nos interesa. Sale más de 120 veces y 130 su verbo (Agapan) en los idiomas originales. Significa amor trascendental, amor posible e imposible. Es el amor de Dios sobre los hombres, el de Cristo por la humanidad, el de los verdaderos cristianos por los perdidos ¡este es el amor que se nos pide, pues es del que mas se habla en la Biblia!
El amor filial y el amor Eros son fáciles. No es ninguna proeza amar a uno que nos ama, a uno que apreciamos o nos aprecia. Es fácil amar a nuestras parejas, es algo natural, normal ¡Todos amamos así! Lo milagroso del verdadero amor está en que ese amor se puede extender a los enemigos, a los despreciados, a los aborrecidos, tanto por nosotros como por la sociedad. Muchos dirán: “Si quieren amor, que se lo gane”, pero hagámonos una pregunta los hijos de Dios ¿En que minuto nos ganamos el amor de Dios? ¿Qué hicimos para merecerlo? ¡Nada! Porque estábamos muertos en nuestros delitos y pecados (Efesios 2:1) y Él nos amó primero ¡Sin merecerlo!
Fíjese lo que nos dice Cristo: “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos”. (Mateo 5:44-45)
Tal vez muchos no se merezcan su amor, pero si usted es hijo de Dios debiera hacer un esfuerzo por amarlos, quizá partiendo por el perdón. Si aborrecemos, alimentamos el odio y de eso ¡el mundo ya está lleno!
Sería lindo ver un Loncoche más amoroso y tolerante, donde los hijos de Dios no sean causantes del odio o la indiferencia, sino promotores del amor, del amor Agape que Cristo tuvo por nosotros.

Pastor Marcelo Valdés
marcelo_valdes_@hotmail.com