domingo, 16 de agosto de 2009

¿A quien consultas?


Mirando al cielo 24

“Así murió Saúl por su rebelión… porque consultó a una adivina y no consultó a Jehová” (1Cronicas 10:13,14)

No importa si usted o yo somos reyes, presidentes, ricos o humildes y comunes. Dios termina poniendo su mano sobre todo aquel que conociéndolo, determina desconocerlo acudiendo a lo que el condena terminantemente. El primer Rey del pueblo de Israel, ante la falta de la voz de Dios por causa de su desobediencia, decide acudir a una adivina en Endor, para hablar con los muertos, en este caso con el profeta Samuel, que había fallecido hacía poco. Estaba desesperado por contar con el favor de Dios ante el ataque de sus enemigos que olvidó acudir a él directamente, doblando su rodilla y tragándose su orgullo, y lo hizo por medio de lo que Dios mas condena: consultando una adivina y a los muertos; y como dice su palabra, murió por su rebelión.

Insistir en las cosas condenables por nuestro Señor es ser rebeldes sin causa. Muchas veces se toma este “atajo” por querer contar con los beneficios “espirituales” acudiendo a los espíritus y no a Dios. Y muchos ignoran que están hipotecando su vida, su bendición y su seguridad ¿Por qué? Porque deciden contar con la seguridad de lo mas inseguro y rechazan la seguridad que Dios otorga. Ahora, “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren” (Juan 4:24). Dios necesita que le adores de verdad, solo a él; Dios, un ser real, es el mayor ser Espiritual y recurrir a seres espirituales menores que nuestro mismo Creador es un mal negocio, pues se está apostando por lo menos rentable. Pero ¿Por qué se acude a lo desechado por Dios? ¿Por qué muchos deciden ir a espíritus malignos y demoniacos? Algunos por ignorancia, creyendo que son inofensivos y porque algunas adivinas dicen ser de “magia blanca” (pero no existe el “pecado bueno y el malo”). Otros porque los espíritus demoniacos tienen poder para responder de forma rápida, a veces casi instantánea, pero ¡Ojo! ellos solo trabajan a corto plazo. Dios, que es omnisciente, todo lo sabe (los espíritus demoniacos no lo son), y sabe realmente lo que es bueno para nosotros, nos guste o no. Como el padre que decide lo mejor para su pequeño hijo, entendiendo que el hijo no tiene la capacidad de elegir lo mejor, así Dios sabe si nuestras peticiones son buenas o perjudiciales al corto, mediano o largo plazo. Sin embargo muchos en su desesperación, deciden olvidarse completamente del Salvador de la humanidad y acuden al mal que Satanás controla, a espíritus demoniacos, muchos creyendo que son los espíritus de seres queridos que ya han partido de esta tierra, pero que no es mas que un engaño del Diablo para que muchos, que dicen creer en Dios, lo terminen olvidando. Pareciera que las “huestes espirituales de maldad” hubieran ganado esta batalla, instalando el ocultismo en la televisión, radios y revistas, donde se pone más atención al pronóstico del horóscopo, las cartas u otras hechicerías, que a las promesas del Señor; pero no nos engañemos, Dios no puede ser burlado pues la guerra ya la ganó, ahora solo espera el momento propicio para rescatar a los suyos y sofocar las rebeliones de muchos que han decidido ser parte del bando equivocado. Le invito a unirse íntegramente al bando ganador, al de Dios.

Pastor Marcelo Valdés

marcelo_valdes_@hotmail.com