martes, 19 de noviembre de 2013

La Iglesia como Comunidad Cristiana (Introducción)

La Iglesia como Comunidad Cristiana
Introducción

“Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos” (Hechos 2:44-47)
Estamos en una época postmodernista. De la modernidad a la postmodernidad hemos cambiado bastante. En la era moderna primaron la razón humanista por sobre la teológica. Nacen movimientos ultra-racionales como el comunismo y el fascismo, ambos lejos de la lógica bíblica. Nacieron dos guerras mundiales y revoluciones donde millones y millones de seres perdieron sus vidas (¡A eso yo no le llamaría “razonamiento”!). El término de la guerra fría, la caída del muro de Berlín y la disolución de la Unión Soviética dan paso a una era postmoderna. Esta se caracteriza por el aumento y asentamiento del capitalismo, el aumento de las nuevas tecnologías y la apatía por el “razonamiento objetivo” pasando a un “razonamiento subjetivo”. Hoy todo depende de quien y como se mire. Ya no hay valores absolutos. Nacen movimientos culturales diversos, pensamientos humanistas y religiosos distintos y la búsqueda de la verdad absoluta queda confinada al prisma personal o grupal. Nacen las “tribus” urbanas, y porque no, las “tribus religiosas”. Una multiplicidad de pensamientos... Y es ahí donde debe brillar la iglesia, un brillo que a veces es opacado entre tanta diversidad.

Cada persona busca su grupo donde ser entendido y en donde pueda desarrollar su pensamiento. La generación de los 90, llamada la generación X por su nula identidad colectiva, ya no se apegaba como sus antecesores, a sistemas políticos u idealistas ni religiosos. Ahora no vale lo que el colectivo mayoritario piense, ahora vale lo que UNO PIENSA. Y este individualismo, en su necesidad natural de comunión, busca otros individuos de similar pensamiento, creando grupos tribales que no representan una mayoría, pero que hacen de la totalidad una mayoría diversa, pero homogénea. Estamos en una sociedad multi-cultural, multi-politica, multi-religiosa, multi-idealista pero que tiene un denominador común: el deseo por un sincretismo social. Esta sociedad anhela, en su pluralidad, armonizar ideales diversos que les permita vivir en paz, pero que mantenga la individualidad de cada uno, de cada sector o tribu. ¡Anhela la legítima paz, pero no anhela la legítima verdad!
(Contrariamente a lo que piensan muchos, es justamente este pensamiento en “diversidad” el que permitirá el establecimiento de un orden global que garantice esa “paz” y esa “individualidad”, en pos de un gobierno mundial,.. otro mal profético).

La iglesia de Cristo no es más, hoy en día, que otra facción dentro de múltiples facciones. Y la iglesia misma de Cristo, es una diversidad dentro de las diversidades. El denominacionalismo y las diversas convicciones, aun dentro de una misma denominación, hacen ver una iglesia dividida, tribal y hasta sectaria (y a veces sin serlo). Esto hace que cristianos de “aquí” y “allá” se mastiquen, pero no se traguen; se saluden pero no se crean. Esto hace ver más débil la Iglesia de Cristo.

En un mundo “tribal”, la gente que llega por el poder de Dios a la iglesia, de una u otra manera llega con sus virtudes y defectos. La iglesia del día de hoy, se ve enfrentada a una diversidad de ideales, pensamientos y costumbres  diversas, tan solo ganando un alma. Así esta el mundo, así llegan. Llevarle todo el consejo de Dios y moldearlos a través de las Escrituras, es un gran trabajo por hacer. Pero es tanta la variedad y los distintos niveles de crecimiento espiritual de cada individuo, que es inevitable que cada uno no alce su voz, al mismo tiempo que otro. 
El problema radica en que no se ha sabido vivir en comunidad, porque “yo creo esto” “yo creo esto otro”; “a mi me gusta esto” y “a mi esto otro”; “yo no concuerdo bíblicamente contigo”, “Tu no estas bíblicamente correcto”; o simplemente “tus convicciones no son mis convicciones” y “me acercaré solo a aquellos que estrictamente tengan mis convicciones”. Hay un conjunto de “dueños de la verdad” que terminan dividiendo, y como dijera Charles Swindoll, se convierten algunos en “asesinos de la gracia”, donde todos salen peleados, heridos y masacrados, pero pocos salen edificados. Los nuevos creyentes, llegando a la comunidad para tener a Cristo en “común”, ven división y, si no mueren en la trifulca, se convierten en férreos pendencieros “espirituales” de una u otra visión.
Extendiendo este problema de la iglesia del día de hoy, es que siendo santa, se compone de gente no tan santas. Somos santos en lo posicional (Le pertenecemos a Cristo) pero no en lo natural, la carne. Sin embargo hay quienes a toda costa (y a cualquier costo), quieren entregar e imponer valores que nos hagan ver como santos, sin dejar que la cabeza de esa comunidad, Cristo, sea quien les lleve a tal santidad. Algunos olvidan que Cristo salva, el Espíritu Santo regenera, su Palabra edifica. Los creyentes en Cristo, el verdadero creyente, tarde o temprano será reformado y mostrará frutos, por el poder que solo le pertenece a Cristo. Porque la imposición de la santidad solo está reservada a quien la puede realizar, Jesucristo, y no a los hombres, porque cuando imponemos, corremos el riesgo de poner en la gente cargas que Dios no ha puesto.
Mientras él quiere que muchos descansen (Mateo 11:28), los hombres tendemos a cansar al semejante.

Así y todo, la iglesia sigue adelante. Pasando por momentos fructíferos y por valles de sombra y de muerte, la iglesia sigue siendo la novia del cordero, la futura esposa de Cristo:
Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios” (Apocalipsis 19:9)

Cristo sigue siendo la cabeza de la iglesia:
“…así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador” (Efesios 5:23)

Entonces, todavía hay una comunidad salvaguardada por el salvador, si bien presenta luchas humanas de acuerdo a los tiempos que los hombres viven: hoy luchando contra el individualismo y el excesivo ego, ayer luchando contra el racionalismo humanista que excluía a Dios, antaño luchando contra leyes inquisidoras e imposiciones humanas por sobre las verdades de Dios, la iglesia siempre ha permanecido.



Pintado el panorama, es valida la pregunta ¿Cómo debemos vivir entonces los cristianos dentro de esta sociedad multi-secularizada?
La respuesta es simple, pero no sencilla: Como una COMUNIDAD CRISTIANA

¿Qué es una “comunidad cristiana”?
Dietrich Bonhoeffer lo resume de la siguiente manera: “Comunidad cristiana significa comunión en Jesucristo y por Jesucristo. Ninguna comunidad cristiana podría ser más o menos que eso… Si podemos ser hermanos es únicamente por Jesucristo y en Jesucristo”.
1-  Comunidad cristiana es donde se une a Cristo por la SALVACIÓN QUE ÉL DA.
2-      Comunidad cristiana es donde un creyente se une a otro POR JESUCRISTO.
3-      Comunidad cristiana es donde esos creyentes viven solo POR JESUCRISTO.
4-      Comunidad cristiana es donde los creyentes se someten a las PALABRAS DE JESUCRISTO.
5-      Comunidad cristiana es donde los problemas entre creyentes se resuelven EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO.
6-      Comunidad cristiana es donde la esperanza del porvenir es esperar A JESUCRISTO.

Todo esto tal vez es fácil decirlo, pero difícil vivirlo. Pero Cristo es el único “pegamento” que puede sostener una comunidad en una sociedad diversa. Quizás desconocer a ese único factor unificador, aun perteneciendo a una comunidad cristiana, no te haga uno, porque sin Cristo no hay tal comunión. Él salva, él edifica, él regenera, él sostiene, él viene, ¿Por quienes? Por aquellos que  tienen comunión con él y su semejante, tal cual él enseñó:

Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:36-39)

Hoy, dentro de un indescifrable mundo, aun hay una comunidad que ha permanecido a los tiempos y los hombres, porque la puertas del hades no han prevalecido sobre ella (Mateo 16:18), un lugar donde todavía se puede vivir en comunidad real y verdadera.

Luego veremos consejos para vivir en comunidad y los comentaremos. Desde ya te animo a leer “Vida en comunidad” de Dietrich Bonhoeffer, de donde se basa este estudio. Mas, son las Escrituras las que derechamente nos mandan a vivir en comunidad.

“¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!” (Salmos 133:1)

Pastor Marcelo Valdés


Texto segunda parte:

Link de descarga del libro "Vida en Comunidad" de Dietrich Bonhoeffer

Vida en Comunidad (Dietrich Bonhoeffer)



http://cebei.files.wordpress.com/2010/08/193-dietrich-bonhoeffer-vida-en-comunidad.pdf

Este enlace te lleva a este gran libro sobre la vida cristiana en la comunidad de Cristo. Buenísima reflexión para descargar.



sábado, 16 de noviembre de 2013

La Mentira



En un mundo acostumbrado a la mentira, con cristianos practicantes de la mentira, y con predicadores que hablan poco de la mentira, es bueno ver que dice Dios respecto de este pecado aborrecible. Dejemos que las Escrituras sean solo las que hablen y decidamos ABANDONAR DE UNA VEZ POR TODAS este mal hábito.

La Mentira está… Prohibida (Levítico 19:11) “No hurtaréis, y no engañaréis ni mentiréis el uno al otro”
Colosenses 3:9 “No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos”

La mentira es aborrecible a los ojos de Dios Proverbios 6:16-19Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente, El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos

La mentira es una abominación a Dios (Proverbios 12:22)Los labios mentirosos son abominación a Jehová; Pero los que hacen verdad son su contentamiento.”

La mentira es un gran estorbo para la vida espiritual (Isaías 59:2-3)pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír. Porque vuestras manos están contaminadas de sangre, y vuestros dedos de iniquidad; vuestros labios pronuncian mentira, habla maldad vuestra lengua”

El Diablo es padre de mentira (Juan 8:44)Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira”

El Diablo induce a los suyos a la mentira (1 Reyes 22:22) “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?”

Los creyentes aborrecen la mentira (Salmos 119:163)La mentira aborrezco y abomino; Tu ley amo”
Proverbios 13:5 “El justo aborrece la palabra de mentira; Mas el impío se hace odioso e infame”

Rechazan la mentira (Isaías 63:8)Porque dijo: Ciertamente mi pueblo son, hijos que no mienten; y fue su Salvador”

Los creyentes no estiman a los que practican la mentira (Salmos 40:4)Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira”

Repelen a los que practican la mentira (Salmos 101:7)No habitará dentro de mi casa el que hace fraude; El que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos”

Los creyentes oran para ser preservados de la mentira (Proverbios 30:8) “Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Mantenme del pan necesario;

Los creyentes tiene comunión con Dios para ser alejados de la mentira (1 Juan 1:6) “Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad”

¿Seguiremos mintiendo?

Pastor Marcelo Valdés
(Extractos de la Biblia de John Mackarthur)


El Reino de Dios (O donde Dios reina)

El Reino de Dios
(O donde Dios reina)


Cuando Dios llama a Abraham para formar su pueblo, promete bendición como gran nación (Génesis 12:2) y bendición a todos aquellos que pongan la misma fe que Abraham puso en el llamado de Dios  (12:3, comparar con Gálatas 3:6-8)

También Dios hace un pacto con Abraham y su descendencia Física (Génesis 15:18-21)

Por lo tanto hay una promesa espiritual que nos conecta con Abraham (la fe), pero hay una promesa, un pacto que es exclusivo de Israel como nación, con tierra y limites definidos.

El reino de Dios, espiritualmente hablando, es: Dios reinando en los corazones (Como reinó en el corazón de Abraham, padre de multitudes) (Romanos 9:6-8)

El reino de Dios en la tierra es: el establecimiento de un reino terrenal, visible, que será cuando Cristo venga por segunda vez (Romanos 11:25-27)
Este reino fue nuevamente confirmado al hijo de Abraham, Isaac (Génesis 26:2-5,24) y Jacob (Génesis 28: 10-15). Posteriormente, también fue confirmado al rey David 2 Samuel 7:10-16)

1-      ¿Llegó el reino terrenal de Dios con Cristo?
Fue la pregunta que le hicieron sus discípulos antes de que Cristo ascendiera a los cielos (Hechos 1:6) ¿Cuál fue la respuesta? (1:7)
¡Este misterio no se les revela!
2-      ¿Por qué los discípulos se preocupaban tanto por el reino de Israel?
Porque en el A.T. siempre existió tal promesa, la de un reino físico (Joel 3:18-21, Isaías 9:6-7, también en Jeremías 33 y Ezequiel 36)
3-      Si Cristo no vino a establecer un reino terrenal ¿Entonces que vino a hacer?
A establecer un reino en los corazones (Marcos 1:15)
Cristo revela el “misterio espiritual” del reino de Dios, y lo explica con la parábola del sembrador (Mateo 13:11), donde la semilla de la palabra es sembrada en los corazones y produce fruto (Mateo 13:23).
En este sentido se cumple también otra parábola, la de la mostaza, que siendo pequeña, germina y se hace grande (Marcos 4:30-32)
Nuevamente, mientras el reino espiritual es revelado (Por fe, por medio de la palabra –romanos 10:17-), el misterio del reino terrenal no.
4-      ¿Comprendieron esto sus discípulos?
En principio no, porque estaban arraigados a sus tradiciones y expectativas (Lucas 24:21), pero poco a poco les sería revelado los propósitos de Dios (24:31)
Cuando un pueblo pone por encima mandamientos de hombres a la validez de las Escrituras, difícilmente podría comprender lo que los profetas habían dicho (Lucas 24.25)… ¿Qué habían dicho? Que era necesario que Cristo padeciese (Isaías 53.1-12) y que resucitaría (Oseas 6:2)
5-      ¿Entonces el reino terrenal de Israel es solo una quimera, un simbolismo de la fe, una figura de la iglesia, o realmente será establecido?
Antes bien, sea Dios veraz y todo hombre mentiroso (Romanos 3:4) ¡Lo que Dios promete lo cumple!
Apocalipsis 20:1-10
¿Qué prometió? Un reino terrenal para la nación de Israel
¿Cuándo lo cumple? En el milenio
¿Entonces Cristo en su segunda venida viene antes del milenio? Por supuesto, viene a poner orden y establecer su reino. A esto le llamamos PREMILENIAL, que creemos en su venida antes del milenio.

Bendiciones

Pastor Marcelo Valdés

Las Advertencias del libro de Hebreos (Audio)