La Generosidad
Lucas 21:1-4
“Quien recibe
agradecido, da copiosas cosechas”
Dicho popular
“Gana todo lo que
puedas, ahorra todo lo que puedas, da todo lo que puedas”
John Wesley
¿Estamos
en un mundo generoso? ¿Lo somos nosotros, la iglesia? ¿Por qué debemos serlo? ¿Es
una opción o una obligación? ¿La generosidad está supeditada solo a dar al más
pobre en lo material? Son preguntas que se responderán en este estudio.
I. ¿Estamos en un mundo generoso? Obviamente no. Si así fuera, no habría
tanta desigualdad. 2 Timoteo 3:1-2 nos responde.
El actual
estado del mundo, con sus guerras, su violencia, su frialdad es en parte por “hombres
amadores de sí mismos” y su “avaricia”. Hoy estamos en los postreros tiempos. La
generosidad de algunas instituciones humanitarias, ONG, iglesias, particulares
ricos, artistas, no alcanzan para las necesidades de millones en el mundo que
sufren por la desigualdad. Quizás venga bien este dicho para ellos: “La desigualdad quizás siempre exista;
pero no es excusa para no mitigarla por medio de la generosidad”… aunque
loable, sigue siendo insuficiente, porque
estamos en un mundo de ricos y poderosos que quieren ser más poderoso y ricos,
por la avaricia de sus corazones. A ellos también tiene palabras nuestro Señor
(Santiago 5:1-5)
II. ¿Somos nosotros, la iglesia, generosos?
Lamentablemente
las iglesias han entrado en una dinámica similar al mundo. Mientras hay algunas
denominaciones (a las que no me atrevería a llamar “iglesias”) que están lucrando
con la fe, hay otras que se están olvidando incluso de sus propios “santos”. Cada
vez hay menos misioneros, menos pastores y más iglesias que se cierran por
falta de sostenimiento. Ya está escaseando la fe, por ende también la generosidad.
“Retener para tener” parece ser un
dicho que es más fuerte que el principio bíblico “…de gracia recibisteis, dad de gracia” (Mateo 10:8)
¿Porque
se ha debilitado la generosidad de la iglesia?
a-
Porque
se ha olvidado el principio mayor de la mayordomía (Lucas 21:1-4) ¡Todo es del
Señor! (1 Corintios 6:19-20) (1 Crónicas 29:14)
b-
Se
han olvidado que Dios sostiene a los suyos (Mateo 6:33)
c- han formulado mal la
pregunta crucial: “De todo lo que es mío ¿Cuánto debo dar?” sino más bien “De
todo lo que es tuyo ¿Con cuánto me debo quedar?”
III. ¿Por qué debemos ser
generosos? ¿Es una opción o una obligación?
Simplemente es
un mandamiento. Muchos se resisten y alegan que debe ser voluntario. Si con eso
entendemos a que “de mi voluntad” debe nacer el dar y el cuanto dar, y que
nadie nos puede obligar, entonces también podríamos decir que de tu voluntad
debe nacer el mentir o no mentir, el robar o no robar, el matar o no matar,
todos mandamientos de Dios… ¡Dios nos obliga! Tu veras si cumples o no, pero no
puedes negar que el dar es un mandamiento.
Veamos que
dice la Biblia:
a-
“No hurtaras”
(Éxodo 20:15) El hurto o el robo nace del pecado de la ambición y la codicia,
algo que finalmente condena en el décimo mandamiento (17).
b-
1 Corintios
9:6-11 nos responde porque debemos serlo.
c-
Proverbios 3:9 es más claro.
IV. ¿La generosidad está
supeditada solo a dar al pobre en lo
material?
La generosidad
material debe servir para proclamar el evangelio a los necesitados
materialmente y espiritualmente (Efesios 2:1). ¡El mundo está muerto
espiritualmente!
¡Saciar el
hambre físico, y caer al infierno, no es comparable con la saciedad espiritual
y eterna!
Dar de comer
al pobre es bueno, pero darle las buenas nuevas de Salvación es infinitamente
mayor; entonces ¿Dónde crees que es mejor invertir?
Con tu dar
existe tu iglesia, se sostienen misioneros, se compra literatura bíblica, se
sostiene al Pastor, se reparan misiones o templos o se construyen más, etc. Así
avanza el reino de Dios y se cumple la gran comisión. Cuando no das, se restringe
el avance y el mandato divino de predicar a “toda criatura” (Mateo 28:19)
Entonces ¿Cuánto
debo dar?...
El principio del Diezmo (1 Corintios 16:1-2)
Muchos
alegan que el diezmo no es bíblico, que es parte de la ley y que Cristo la
abrogó en la cruz del calvario. No estoy muy de acuerdo.
Así como el
dar o el ser generosos es un mandato del Señor, y es un fruto propio del
verdadero cristiano, entonces es válida la pregunta: ¿Cuánto debo dar?
a-
El principio
del diezmo nace antes de la ley de Moisés, con Abraham, quien, por la gracia
que Dios concediera la libertad de su sobrino Lot, dio los diezmos a Melquisedec,
sacerdote del Dios altísimo, una Cristofanía. (Génesis
14:17-24)(Hebreos 7: 1-9).
b-
La “ofrenda
para los santos” se refiere a aquellos hermanos que, por causa de la persecución
en Jerusalén, estaban en tribulación y necesidad. Muchos habían perdido sus
casas, huyendo a otros lugares y necesitaban sustento y abrigo. En la sabia soberanía
de Dios, a través de eso fue proclamado el evangelio en el resto del mundo
conocido.
c-
En el
segundo versículo claramente dice “según haya prosperado”. Habla de proporción,
de un tanto ¿Cuál sería? ¿Cómo saberlo?.. la biblia, en el Antiguo y Nuevo Testamento
siempre habla de un principio proporcional: el diezmo. Se diezmaba la tierra
guardando la semilla; se diezmaba como agradecimiento; se diezmaba como tributo
y como parte del sostenimiento levita (Deuteronomio 14:22-29).
d-
Si bien
Pablo no utiliza el término diezmo, sí utiliza los principios por los cuales
fue instituido:
a-
Para
sostenimiento de los que proclaman el evangelio (1 Corintios 9:13-14, comentar ver.
7) (Gálatas 6:6)(1 Timoteo 5:17-18)
b-
Para ayuda a
los hermanos en necesidad (2 Corintios 8:7, 24; 9:12-14)(Gálatas 6:10)
La mantención
de la obra, el sostenimiento pastoral y la ayuda a los hermanos en necesidad ha
sido ordenada y establecida por Dios. No es un invento, ni de la iglesia, ni de
nadie. Si quieres comenzar a dar y ser generoso, comienza en tu iglesia para
extender el reino de Dios, con el porcentaje como principio señalado por Dios,
para el cumplimiento de los propósitos de Dios.
Bendiciones.
Pastor
Marcelo Valdés