sábado, 30 de diciembre de 2017

Reflexión de fin de año (2017)


Reflexión de fin de año

Al termino de un ciclo, tiempo, año, hace bien repasar lo vivido,
sea bueno o malo, para determinar nuetro presente y avanzar hacia el futuro.
Tambien es bueno para agradecer a Dios por las pruebas (que nos hacen crecer)
y las bendiciones que recibimos de su gracia... Pero hay una cosa que no
debemos hacer los hijos de Dios: Detenernos, o pralizarnos en lo vivido,
sea bueno o malo.
1- Si es bueno lo vivido el 2017, que rico, pero vivir de glorias pasadas puede
ser un error que nos detenga en el presente y nos destruya en el futuro.
- La jactancia jamas es buena en ninguna de sus formas. Presumir de las
bendiciones de Dios nos puede llevar al fatal error de asumir que estamos
por sobre los demas. Nada merecemos, todo es gracia. Si creemos lo
contrario, hacemos vana la gracia del Bendito.
- Recordar una bendición de Dios debe ser el impulso para avanzar a tiempos
mejores, acciones mejores, una madurez mas alta. Los grandes heroes de la
biblia recordaban como Dios los había liberado de Egipto con mano poderosa,
no para jactarse, sino para alentar al pueblo de Dios a cosas mejores. Entonces,
recordar las bendiciones deben empujarnos a desear las mas excelente que nos
esperan.
- Las bendiciones de Dios en esta tierra, no es mas que maná del cielo, un anticipo
a las grandes cenas que tendremos en la gloria en presencia del Bendito. De hecho
nuestra estadía aquí no se asemeja en nada a las mansiones celestiales donde
alojaremos como verdaderos príncipes, atendidos por su propio Rey...
Eso me anima a mirar con fe hacia el futuro

2- Si es malo lo vivido el 2017, y creemos que por eso el futuro será peor,
entonces vana es nuestra fe, vana nuestra esperanza, y vanas nuestras victorias.
Y tal como enseña 1 Corintios 15:14, vana sería nuestra predicación, porque es muy
difícil que hayan oídos dispuestos a escuchar medrosos, cobardes y pusilánimes.
- El miedo paraliza; y destacar lo malo es alimentar el miedo. Mas los hombres de Dios
Jamas retrocedieron ante el miedo. No fueron vanas ni serán invalidadas la Palabra
de Dios en boca de los apóstoles cuando decían en Hechos 5:41 "que ellos salieron
de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer
afrenta por causa del Nombre" de Jesús. Los azotes y amenazas fueron aliento
y esperanza; las persecuciones fueron su anhelo de vivir y estar prontos en la gloria.
- Hoy muchos retroceden por miedo. Otros por lo malo. Quizás haya alguno
considerándolo...Quizás, en su ADN espiritual no esté el avanzar hacia la gloria
a pesar de los sentimientos, sino que al revés, los sufrimientos son suficientes
para alejarlos de la gloria ¿Será digno alguien así?

Conclusión: El año que ya pasó. solo por haberlo vivido, por haber llegado hasta aquí, por
estar vivos y con salud en su iglesia, debe ser gran motivo de agradecimiento a Dios y
avanzar hacia adelante, hacia la meta que es la gloria.