jueves, 29 de julio de 2010

De apostatas y apostasía


Mirando al cielo 77

“Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición” (2 Tesalonicenses 2:3)

La Apostasía será una clara señal del fin de los tiempos, antes que Cristo venga por su iglesia a impartir juicio y orden. Apostatar es abandonar la fe, negarla, dar media vuelta y seguir un camino diametralmente opuesto al trazado por Cristo. Y muchos apostataran de la fe. No solo habrá quienes abandonen la iglesia, también iglesias enteras abandonaran al Señor y la sana doctrina. Entonces no nos debiera sorprender que haya iglesias que ya no practican la sana doctrina y son más un reflejo del mundo, con practicas mundanas, que del amor y las doctrinas de Dios; no nos debiera sorprender tampoco que “hermanos” que un día estuvieron en nuestras filas contendiendo por la fe, después sean casi enemigos, verdaderos disidentes del evangelio. No es más que otra señal de la cercana venida de Cristo. El ya lo había advertido, por lo que no debiéramos desanimarnos, al contrario, mayor gozo tenemos al saber que nuestro Salvador está cerca.
En la historia siempre han existido los que han apostatado de la verdadera fe; muchas veces el pueblo de Israel apostató de Jehová yendo tras dioses ajenos. Cristo tuvo multitudes siguiéndole y después condenándole. Pero en los días previos a su segunda venida, la apostasía será de carácter universal, y muchos que siguieron al Señor, serán enemigos de él. El claro aumento de las sectas, de nuevas religiones, de nuevos pensamientos ajenos a la sana doctrina, de nuevas “biblias”, de nuevos cultos renovados, del aumento del ecumenismo, de nuevas filosofías, será un ofertón que a muchos seducirá y cambiaran lo verdadero por lo entretenido y novedoso; la apostasía está para conformar un nuevo orden religioso mundial, ese que apoyará el accionar del Anticristo… y muchos apostatas serán parte de eso.
La apostasía es abandono de la fe verdadera, de la iglesia verdadera, de la doctrina verdadera. Y eso afectará a la iglesia de Dios, pues muchos de los que abandonan dejan el cuerpo de Cristo, a los hermanos que le aman, a quienes oraron, se preocuparon, se esforzaron por mostrarle un camino más excelente. Debilita el testimonio de esta y es difícil recuperarse.
Pero por muy triste que sea ¿Cómo nos sentiremos al saber que somos fieles escogidos de Dios? Porque el Señor dice “Muchos son llamados y pocos escogidos” (Mateo 22:14). El saberse fieles a las doctrinas de Cristo, el saber que pertenecemos al exclusivo grupo llamado “hijos de Dios”, nos alienta a seguir, nos anima a perseverar, puesto que sabemos que nos espera algo mejor. Es triste ver como muchos abandonan al Señor, pero por otra parte, es bueno Saber que tú sigues como fiel soldado de Jesucristo. Ya lo decía el poeta “Los que luchan toda la vida, eso son los imprescindibles” (Bertolt Brecht), y aunque lo haya dicho por razones distintas, se ajusta perfectamente a aquellos luchadores que contienden “ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los Santos” (Judas 3). No te desalientes si vez a muchos abandonar, si vez la maldad avanzar, pues estaba escrito y la verdad del Señor prevalecerá de todas maneras y tu serás parte de esa victoria simplemente por fiel. Sigue adelante con el Señor. Bendiciones.

Pastor Marcelo Valdés

viernes, 9 de julio de 2010

Con un Poco de Cariño


Mirando al cielo 75

“Pero cuando Timoteo volvió de vosotros a nosotros, y nos dio buenas noticias de vuestra fe y amor, y que siempre nos recordáis con cariño, deseando vernos, como también nosotros a vosotros, por ello, hermanos, en medio de toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados de vosotros por medio de vuestra fe” (1 Tesalonicenses 3:6-7)

El cariño se palpa, se siente, se intuye, se ve o se percibe. Cuando hay cariño por alguien, eso se logra distinguir. Porque el cariño fluye hacia la persona amada, apreciada, admirada. No siempre va acompañada de palabras de afirmación, a veces se adorna el cariño con hechos, con atenciones; está acompañada de una sonrisa, de un gesto agradable, de un alegrarse al verse, tal vez abrazarse, o en la simple calidez del un saludo o apretón de manos. Aun si estamos lejos podemos sentir ese amor a través de una carta, de una llamada, de un mensaje, un envío, una postal. Porque el que quiere siempre se da a conocer, y siempre quiere reconocer.
Cuando uno se siente querido hay consuelo, hay alegría, hay motivos para seguir adelante. Por eso entiendo a los apóstoles el haber seguido, hasta las últimas consecuencias, predicando el evangelio a toda criatura, aun en tiempos de persecución (recordemos que todos sufrieron la muerte o el destierro por causa de Cristo). No los detuvo el acoso, las privaciones, el miedo; nada detiene cuando hay cariño y amor, nada nos frena si sentimos el gozo de ser queridos. Se hace lo que se tiene que hacer sin vacilaciones. Los apóstoles tuvieron un mundo en contra, pero unos fieles le recordaban la verdadera motivación para seguir luchando: el cariño de ellos y por ellos.
Es increíble ver lo que hace un poco de cariño. En un mundo lleno de odio, el cariño de unos pocos fue decisivo a la hora de evangelizar a las almas perdidas, porque ilumina, inspira, sugestiona. Y no olvidemos el cariño que Dios tiene por este mundo, uno que por muchos no es correspondido; pero eso no lo detuvo a la hora de enviar a su hijo a morir por la humanidad. Y su hijo no se detuvo para cumplir su cometido, aun cuando sabia que sería azotado, golpeado, insultado, escupido, crucificado. Mostró su amor para con nosotros y “que siendo aun pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8)
Cuando los fieles comprenden las nobles intenciones de los evangelizadores, que es llevar a la gente al conocimiento del amor de Dios, lo demuestran con cariño. ¿Se lo demostramos a los nuestros? ¿Lo sabe tu Pastor, tu líder, tu maestro, tu hermano en Cristo? Tal vez un poco de tu cariño hacia tus líderes, hacia tu hermano, ayude a marcar la diferencia. Un poquito más de cariño y tendremos Loncoche más bello.
Bendiciones

Pastor Marcelo Valdés

martes, 6 de julio de 2010

Me inspira lo inusual (Poema)


Me inspira lo inusual

Me inspira lo inusual;
Mientras a otros lo inspira el sol
A mí lo inmaterial

Esa alma llena de bien,
Reflejada en el honor
O la emoción reflejada en tu color

Me inspira lo que viene
Después de lo que fue
Me inspira lo etéreo
Y el perfume del valor

La fragancia de la dicha
Y el bálsamo de la consolación
Me inspira lo que miras
¡Jamás tus ojos de color!

Me inspiras como clamas
Clamando por amor
Amor, amor, ¡que inspiración!

Me inspira el que está a la diestra
Y aborrezco la siniestra
El anatema terrenal
Que mató lo inusual

Marcelo Valdés

Maldito Arrebol (Poema)











Maldito Arrebol

Busque un amor y me encontré con el arrebol
Ese atardecer que nubla mi ser,
Cuando busqué mi amor

¿Y qué hay de malo con el arrebol?
Que anuncia el ocaso, la caída esplendorosa del sol
Para muchos poético, para otro inspirador
Y a mí me parte de dolor

¡Apuraste tus pasos, maldito arrebol!
¿O yo me rezague?
Difícil saberlo si no hay quien me lo diga

¡Pero de todas maneras aborrezco el arrebol!
Para unos cuna de algodón, para otros, patria de serafines
Para mí, la triste verdad de no tener un amor

De Valdés