jueves, 23 de abril de 2009

¿Que es el matrimonio?


Mirando al cielo 19


“Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios” (Hebreos 13:4)

¿Qué es el matrimonio? Es una institución establecida por Dios, la primera. Esta fue fundada en tiempos donde no operaba el pecado, cuando Adán y Eva aún no desobedecían. Las expectativas por tanto eran altas; la unión de dos seres que se convierten en uno solo podía ser ideada por Dios. De ahí nace la expresión de amor más humana y divina, o la expresión humana más amorosa y celestial. Pero la entrada del pecado por causa de la desobediencia, así como desvirtuó toda la creación, también lo hizo con esta institución. Satanás ha querido debilitar y hasta ridiculizar el matrimonio y todo aquel que está lejos de Dios termina teniendo un concepto distorsionado de él: que es un paso innecesario, una mera formalidad, que da autoridad para enseñorearse (hasta los golpes) de la mujer y los hijos, que es la excusa perfecta para celebrar una gran fiesta, que solo los tontos lo hacen, que hay mejores maneras de vivir, como el convivir o en relaciones libres. En la antigüedad se desvirtuaba el matrimonio con enlaces múltiples, donde el marido podía tener varias esposas. Todavía se practica tal aberración en algunos lugares de nuestro país. Pero el deseo de Dios fue claro: “por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne”. No dice “se unirá a sus mujeres”. Muchos alegan que Abraham, Moisés, Jacob, etc. tuvieron mas de una, pero si usted analiza mas el contexto bíblico, se dará cuenta que siempre hubieron grandes problemas por causa de tener matrimonios a la “idea del hombre” y no de Dios.
No perdamos de vista que la vida matrimonial es la base fundamental de la familia, y la familia el refugio perfecto para ser edificados en lo moral y espiritual. Un buen matrimonio crea una buena familia y buenas familias hacen buenas iglesias, buenas ciudades, buenos países. Debiéramos ver el matrimonio como la corona del amor, la expresión más alta de un verdadero enamorado, quien no teme al enlace ni al “si” en el altar, pues está bien consciente de que amar de verdad es un compromiso de vida. Para quienes ven el “certificado matrimonial” como una falacia para débiles, déjeme decirle: más débil es aquel que no es capas de comprometer su amor a través del matrimonio y ofrece la efímera idea de una relación superflua que en cualquier momento puede disolver. Para quienes ven en la fornicación y el adulterio las formas entretenidas de la vida, déjeme decirle: el gozo de un momento no se compara al gozo de una vida centrada en lo que Dios estableció; ese gozo momentáneo trae consecuencias devastadoras como embarazos juveniles no deseados, Bebés abandonados, quiebres familiares, madres solteras, abortos, enfermedades venéreas, Sida, etc. Mientras que el gozo de una vida matrimonial centrada en Dios trae orden, buenos maridos y esposas, buenos hijos con buenos oficios o carreras, responsables y que corren menos riesgo de vivir en adulterio o fornicación. Si queremos un mejor Loncoche, respetemos y enseñemos lo establecido por Dios, y tal vez no tengamos record de embarazos juveniles ni tanto quiebre familiar.


Pastor Marcelo Valdés.