lunes, 26 de abril de 2010

Vendran tiempos peligrosos


Mirando al cielo 65

"Hemos aprendido a volar como los pájaros y a nadar como los peces, pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir juntos como hermanos". MARTIN LUTER KING

La exaltación de los ánimos es el pan de cada día. Es increíble ver como las noticias nos dan cuenta de agresiones, homicidios, “bullying” (acoso escolar), grescas de una fila interminable de pendencieros, “flaites” mal humorados, implacables asesinos sin remordimientos, terroristas, gente realmente mala. Vuelan los insultos, sobran los golpes, muchas muertes; Muertes sin razón, peleas sin razón, agresiones sin razón; Así está el mundo y la sensación de impotencia de las víctimas, gracias a una justicia poco justa, a la llamada puerta giratoria, a las mínimas penas para los delincuentes y agresores, nos hace ver abandonados. Hemos aprendido muchas cosas y desarrollado otras realmente impactantes, pero como dijo el predicador, nada ayuda a que baje la agresividad, nada aplaca la ira, porque no hemos aprendido a vivir como hermanos; los adelantos de hoy son para uno vivir mejor, pero no para que todos vivamos mejor. Es la era de la individualidad. Ya hemos perdido la capacidad de asombro, la crónica roja es común y ya no impacta tanto como antes, hoy los diarios prefieren destacar en sus portadas temas de farándula. Cada vez lo anormal se vuelve común, y no estamos lejos de que sea la norma. Se quiere poner detectores de metales en los colegios porque los niños llevan armas, se baja la responsabilidad penal de 18 a 14 años, se quieren construir más cárceles, en otros países (como Brasil) se crean brigadas asesinas para eliminar al delincuente; pero con estas medidas no se ataca el fondo, solo la forma. No nos sorprendamos, Dios ya lo había advertido: “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita” (“ Timoteo 3:1-5)

¿Por qué estamos más agresivos? Porque simplemente nos creemos en el derecho de responder a la agresividad con agresividad, hemos decidido tomar la justicia de manera propia que dejar a otro que abogue por mí. Aun los cristianos nos olvidamos lo que Dios nos dice: “Mía es la venganza, yo daré el pago” (Hebreos 10:30); así como Cristo abogó por nuestra salvación, así abogará por nuestros problemas, solo debemos traerle a él nuestras cargas y confiar; así como le confiamos nuestra alma, él nos podrá ayudar. Dios también nos aconseja “La blanda respuesta quita la ira, mas la palabra áspera hace subir el furor” (Proverbios 15:1). Toma este consejo bíblico y comienza a aplicarlo desde hoy, y estarás atacando el fondo del problema, no la forma, porque debemos ser promotores de la paz y eso parte por nosotros, y dejémosle la agresividad al mundo violento, ya vendrá Dios a ordenar las cosas.

Bendiciones.

Pastor Marcelo Valdés