miércoles, 31 de diciembre de 2008

Balance anual


Mirando al cielo 10

“De manera que cada uno de nosotros dará cuenta de sí” (Romanos 14:12)

Todos los años debemos hacer un balance. Es sano para toda empresa, institución u organismo revisar lo bueno y lo malo del año y poder determinar si se va en alza, se estanca o retrocede. No debe ser distinto para nosotros los cristianos, también debemos hacer un recuento de nuestra vida espiritual y ver como terminamos el año respecto a nuestra relación con Dios. Podemos hacer un arqueo de nuestros actos, un cotejo de nuestra obediencia, un reconocimiento de nuestro crecimiento espiritual. Responder estas tres preguntas le podría dar el inicio para este balance anual.

1- ¿Cómo estuvo mi relación intima con Dios?Una relación directa con Dios es a través de la oración diaria, la lectura de su palabra y la obediencia de esta. ¿Oramos por nuestras necesidades diariamente? recuerde que Dios quiere escucharnos, así como nosotros queremos escuchar a nuestros hijos sus peticiones y necesidades, aún sabiéndolas. ¿Leemos su palabra? en La Biblia está la absoluta voluntad de nuestro padre que está en los cielos, no acudir a ella es desconocer su voluntad y desconocerla es no practicar lo que él quiere.

2- ¿Cómo estuvo mi relación con la Iglesia de Cristo?Es importante saber que Cristo dio su vida por su iglesia (Efesios 5:25), por el cuerpo de Cristo. ¿Cómo está tu relación con ella, con tus hermanos, con tu pastor? Estar en comunión con “los de la familia de la fe” es un mandamiento y no puedes tener una relación intima perfecta si no tienes una relación intima con los tuyos (Gálatas 6:10)

3- ¿Cómo estuvo mi andar diario?“El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo” (1 Juan 2:6). ¿Cómo estuvo nuestra relación con nuestro vecino, amigo, en nuestro trabajo, en la escuela, con las autoridades, nuestra familia? ¿Hubo actitud cristiana en todos los sentidos? ¿Perciben los demás que “andamos como Cristo”? recuerde que llevar el titulo de cristiano es fácil, vivirlo y demostrarlo es lo difícil, pero lo esencial.
Estoy seguro que a esta encuesta se podrían añadir muchas preguntas más, pero yo solo quiero dejarle la inquietud y que sea usted quien pueda meditar a solas con Dios y hacer su propio balance espiritual. Un buen balance, no importando el resultado, le augura un mejor año, porque sabrá dónde está y por donde comenzar.

Feliz Año Nuevo
Pastor Marcelo Valdés.

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