La importancia de la Iglesia
Si las puertas de tu iglesia tuvieran que cerrarse hoy mismo, ¿Cómo lo tomarías? ¿Qué harías?
En las iglesias existen 4 grupos de personas que reaccionarían de distinta manera; estos son:
1- Los “No estoy ni ahí”. Este grupo es ese que muy de tiempo en tiempo van a la iglesia y rara vez son un aporte hacia ella. Ellos dirían “A otra cosa mariposa”; no habría cuestionamiento hacia ellos mismos, porque no estarían tan preocupados, no seria doloroso para ellos; hasta se sentirían libres de culpa y se la endosarían a cualquier otro.
2- Los “de vez en cuando”. Ellos van domingo por medio, de vez en cuando se interesan por algo en la iglesia y son muy amigos de los “no estoy ni ahí”. Ellos solo dirían “habrá que buscar algo que hacer”; se irán a otro lado, cualquier iglesia les viene bien, porque solo “de vez en cuando” estarán ahí.
3- Los “siempre voy… a no hacer NADA. Están religiosamente en la iglesia todos los domingos pero nunca hacen nada. Ellos solo van a calmar sus conciencias y a mirar las cosas con ojo crítico. “Eso pasa por culpa de los malos lideres que no hacen bien las cosas”, dirían. Se irían a otra iglesia a estar religiosamente en sus bancas para seguir criticando a sus nuevos líderes.
4- Los “Heme aquí Señor”. Ellos son los que trabajan, los que sudan y los que dan la cara y su vida por la obra. Ellos no dirían nada, solo llorarían, su tristeza sería grande, se lamentarían buscando su propia responsabilidad; rasgarían sus vestidos, perderían un propósito en la vida.
Solo un grupo reaccionaria de acuerdo a lo que se esperaría de un verdadero cristiano en estas circunstancias.
El problema pasa porque hoy en día se ha perdido el verdadero valor de la Iglesia. Veamos el valor que le dio Cristo y su importancia.
1- Cristo dio su vida por ella (Efesios 5:25)
2- Cristo la fundó y le dio autoridad (Mateo 16: 18-19, Efesios 1:22-23)
3- La Iglesia es baluarte de la verdad (1Timoteo 3:15)
4- La iglesia es un lugar donde no debe haber tropiezo (1Corintios 10:32, 11:22,27 -compare con Mateo 18:7)
5- Cristo es su cabeza (Colosenses 1:18)
Debieras pensar como David pensó del cuerpo de Cristo, antes que Cristo la fundase.
Salmo 133:1, 122:1, 27:4
Pastor Marcelo Valdés
