sábado, 16 de marzo de 2013

Avivamiento



Avivamiento
Aparta mis ojos, que no vean la vanidad;
Avívame en tu camino” (Salmo 139:37)

El deseo del escritor es ser avivado, encendido, prendido, entusiasmado en los caminos del Señor.
Para que eso suceda, deben apartarse nuestros ojos de la vanidad.
¿Qué es la vanidad? Vanidad viene de “Vano”, algo falto de solides, sustancia o realidad. Es querer vivir de las apariencias.
La vanidad infla el orgullo y el afán. Crea un sentimiento de superioridad que no existe, un sentimiento que muchas veces lleva a la prepotencia.
Lo contrario seria poner los ojos en el camino de Dios, que suele estar desprovisto de vanidad, suele ser estrecho y de dolor y sufrimiento, pero es un camino que exalta la humildad y entrena los corazones más soberbios en ella.

“Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí.
Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos,
En medio de los tiempos hazla conocer;
En la ira acuérdate de la misericordia” (Habacuc 3:2)

La oración de Habacuc es por el avivamiento de la obra de Dios. El temió al escuchar la Palabra de Dios;.. la falta de temor a la Palabra, es lo mismo que no tener temor de Jehová y es lo que hace que se pierda el calor en los caminos y en la obra y en el Dios de la obra.
Si tuviéramos que orar por el avivamiento de la obra ¿Qué pediríamos?
1-      Que haya amor por los caminos del Señor
2-      Que haya rechazo a la vanidad de este mundo
3-      Que haya amor por la Palabra de Dios
4-      Que haya obras dignas de una persona viva en Dios

“Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos” (2 Timoteo 1:6)

El gran Apóstol Pablo no dejaba de alentar a los suyos. Te aliento a avivar ese fuego.


Pastor Marcelo Valdés