Mirando al cielo
Este 31 de Octubre estamos pronto a celebrar un festivo mas, pero esta vez es en reconocimiento al pueblo Protestante. El mundo “Evangélico”, los que promovemos el evangelio de Cristo (Las Buenas Nuevas), debemos estar contentos por este histórico reconocimiento de parte de nuestras autoridades, que con este hecho reconocen la importancia de las iglesias y su gran desempeño social y espiritual. Es un día para festejar y espero que se haga con reflexión espiritual.
Pero paradójicamente este mismo día muchos celebrarán, ya cayendo la noche, y por otros motivos, un día que jamás ha sido patrimonio de nuestra cultura, pero que se está enraizando en el colectivo de muchos. Me refiero al día de Helloween, también llamada noche de brujas, y conocido en otros lugares como día de los espíritus, y que coincidentemente es la víspera del día de los muertos (1º de Noviembre). Muchos, en especial los pequeños, con disfraces de miedo, evocando nuestras peores pesadillas, saldrán a pedir algún caramelo so pena de algún hechizo o mal. Seremos puestos a prueba por peques “infernales” que calmaran su furia con algún dulce: o sea, dale lo que quieren o te reventaran con una treta.
Las iglesias cristianas, portadoras de la luz de Cristo, celebran el mismo día que aquellos que adoptan simpatizar con lo oscuro, en un hecho que para algunos es anecdótico, pero que para nosotros tiene relevancia nacional y espiritual; ¿Por qué? Primero, porque Halloween representa lo opuesto a Cristo; segundo, porque nunca fue parte de nuestro patrimonio cultural y no representa ninguna tradición nacional; tercero, porque es “la cara simpática” del tétrico mundo de los espíritus; cuarto, porque es un movimiento comercial que beneficia a algunos pocos y quinto, porque, mientras unos lo celebran inocentemente, en otros países se festeja con atrocidades.
Esperamos que aquellos padres que adoptaron el lado oscuro de la fuerza apoyen, con las mismas ganas, a sus hijos cuando se les pida algún traje típico o algún material para la escuela, o alienten al niño a participar de las actividades con entusiasmo y usen del mismo ingenio para fiestas de disfraces o talleres teatrales o deportivos. Porque muchas veces para la escuela solo hay quejas y Halloween se lleva la simpatía y energía (y el dinero también) que debiéramos vertír en la educación de nuestros hijos. Muchos dirán que es inofensivo, pero más inofensivo y beneficioso es preocuparnos de la enseñanza de nuestros niños que gastar energía en la última novedad norteamericana.
Espero que podamos celebrar, este 31 de octubre, mirando al cielo.
Pastor Marcelo Valdés
Iglesia Bíblica Bautista del Sur
2 comentarios:
Muy interesante su nota Pastor...me alegro que este usando este medio para proclamar la verdad del evangelio....me alegra que esté sirviendo allá tan lejos de todas las comodidades y ajetreo del Gran Santiago... Toy feliz por usted y se le aprecia mucho... Me gusto conversar ayer por teléfono con usted, ahora lo puedo llamar más seguido con el "plan", jejeje En cuanto a la nota, es cierto, el chileno siempre copia lo extranjero y lo hace "parte" de su cultura... ojalá y tuviéramos el mismo entusiasmo para adoptar las doctrinas y formas de vida que Dios plantea en su Palabra, sin duda que tendríamos, niños, jóvenes y adultos más felices...
un abrazo en la distancia Pastor y siga cumpliendo su ministerio!!
Con amor en Cristo
Un Amigo
Bendiciones...
Jorge Cabrera Díaz
http://www.facebook.com/profile.php?id=1163075199&ref=profile
www.fotolog.com/supermaikol
Besos a laurita!
Publicar un comentario